Primarias secundarias...

El pueblo español ha dado muestras más que suficientes de su madurez democrática en estos 37 últimos años de vigencia de un sistema de libertades, tras pasar la larga y desoladora noche de la dictadura franquista. Aún continúa con hambre de libertad y expresión diáfana de su voluntad, y por eso ahora exige una mayor participación en democracia, sin restricciones partidistas.

Aparte de las primarias para designar al candidato de cada formación que concurrirá en unas elecciones, también aspira a unas secundarias para decidir en segunda vuelta de votación al alcalde, presidente de Comunidad o incluso presidente del Gobierno entre los candidatos más votados que no consiguen mayoría suficiente; y no dejar el reparto del poder en manos de los partidos y sus chanchullos. E incluso exige unas terciarias que le faculten para seleccionar entre los candidatos de una lista, no la papeleta en su conjunto con personas que desconoce (listas abiertas).

Con primarias, secundarias y terciarias se conseguiría una verdadera regeneración política que aumentaría no sólo la calidad de nuestra democracia, sino la confianza en los ciudadanos, ya mayorcitos para saber escoger a sus representantes.— Daniel Guerrero Bonet.