Los anti-balakas, milicias conformadas en su mayoría por cristianos, tienen como objetivo a todas las comunidades musulmanas, a quienes relacionan con los Seleka, una alianza de grupos rebeldes musulmanes que tomó el poder por la fuerza en marzo del año pasado.Yann Libessart / MSFEn Carnot, los pocos musulmanes que no han huido de la región, están refugiados en los terrenos de la iglesia católica.Yann Libessart / MSFLos soldados de la Misión de Paz de la Unión Africana (la MISCA) protegen a los últimos musulmanes que quedan en la RCA. Ya son más de 100.000 los que han tenido que huir a Camerún en busca de refugio.Yann Libessart / MSFLos musulmanes de Carnot son en su mayoría Peuhls. Muchos de estos pastores nómadas han perdido todas sus fuentes de ingresos y numerosas mujeres se han quedado viudas.Yann Libessart / MSFCerca de mil personas viven desde hace meses hacinadas en una superficie equivalente a la mitad de un campo de fútbol.Yann Libessart / MSFLa mitad de los habitantes de este improvisado campo de desplazados son niños. Lógicamente, ellos son los que más expuestos están a contraer enfermedades infecciosas.Yann Libessart / MSFLa estación lluviosa ya ha comenzado. La malaria y la diarrea campan a sus anchas por el campo.Yann Libessart / MSFMédicos sin Fronteras proporciona cuidados médicos y distribuye agua potable. También construyen letrinas, pero mantener unas condiciones básicas de higiene en un lugar tan abarrotado como este supone un desafío continuo.Yann Libessart / MSFMSF presta apoyo al hospital de Carnot desde 2009. Sus equipos se hacen cargo de las urgencias, de la pediatría y del tratamiento a pacientes con VIH y tuberculosis. También hace el reparto de comida dentro del campo. Al contrario de lo que ocurre en otras áreas del país, por el momento la desnutrición no es una de las principales preocupaciones.Yann Libessart / MSFLa ocupación de la iglesia es otra de las fuentes de tensión con la población cristiana de Carnot, sobre todo durante la misa de los domingos.Yann Libessart / MSFLa mayor parte de los desplazados vive en estas condiciones desde febrero. Muchos de ellos sólo esperan resignados a que alguien les saque del país.Yann Libessart / MSFLas minas de diamantes eran la principal actividad económica de la región. Sin embargo, el sector está completamente desestabilizado tras la huida de los comerciantes musulmanes.Yann Libessart / MSFActualmente MSF gestiona 15 proyectos en el país. Sólo entre enero y abril de este año, sus equipos han pasado más de 385.000 consultas.Yann Libessart / MSF
