La transformación
En estos días de desconcierto han aparecido nuevas voces en el patio político. La indignación generalizada y el desengaño de un sistema inaceptablemente corrompido ha provocado que los ciudadanos nos volvamos a mirar. Encontrar en nuestros cansados ojos la posibilidad de cambiar. Por fin hemos descifrado el significado de la palabra “pueblo”. Juntos hemos condenado las políticas antisociales. Muy posiblemente estemos perdidos y ahogados. Demasiado cansados para esperar el efecto reparador de un eslogan veraz en un mitin con luces azules y rojas. Quizás hemos perdido la fe en las corbatas y en los trajes de terciopelo. De este modo ha aparecido en escena el extremismo. Unas ideas utópicas pero que no dejan de ser justas. Aun así, debemos adaptarnos al escenario y a partir de ahí intentar modificar los elementos y no actuar desde la platea. Porque todos juntos haremos imperar de nuevo el sentido común. Los valores de la coherencia y la justicia. No es tiempo de exaltar radicalismos ni ideas poco pragmáticas. Es tiempo de transformación. Tiempo de unión.— Carlos Madrid Gari.
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