Los huracanes económicos

Parece que “ellos” han decidido que la crisis ha finalizado. Loado sea el BCE y sus santos cofrades. ¿Tal vez apiadados por el escenario poscatástrofe que ha dejado a la intemperie instituciones y Gobiernos? ¿O acaso sea porque hay que estabilizar al enfermo antes de que se les muera de inanición y sufrimiento? Una cosa ha quedado clara entre la algarabía de políticos, economistas y expertos: las crisis suceden en nuestro sistema, como los huracanes, por temporadas, y acaban cuando “alguien” estima que ya es suficiente.

Los físicos han estudiado con precisión cómo se desarrollan los fenómenos atmosféricos, ajenos al acontecer humano y no es ningún secreto el cómo, cuándo y porqué de una gran tormenta. Sin embargo, los grandes gestores de la economía de mercado, actividad humana regulable y predecible en nuestros días, no ven llegar una depresión económica, y lo que es peor aún, son incapaces de tomar las medidas adecuadas para que sus efectos causen los menores daños posibles.

No sé si la meteorología debería ser obligatoria, con la religión, pero creo que tendrían que ir pensando en dar cursos de economía desde las guarderías.— Juan C. Fraile Pérez.