Edificio puente entre universidad y empresa
El nuevo Parque Científico diseñado por ACXT en Vizcaya une la Universidad del País Vasco con el campus universitario de Leioa y, por eso, es un edificio que busca acercar los mundos de la universidad y la empresa. ¿Cómo lo hace?
La empresa tiene espacio arriba, en las plantas superiores. El arquitecto Gonzalo Carro y su equipo han diseñado un espacio flexible –convertible en oficinas o laboratorios- y de dimensiones variables, es decir, adaptable a quien, termine por ocupar el inmueble. Carro piensa que esa incógnita sobre el usuario final se deja ver en el propio edificio, en su lenguaje mudo, abstracto e incluso aséptico, fruto de la indefinición, pero a la vez limpio, frío por su relación con el mundo científico. “Delata la responsabilidad de ser el primer edificio construido en el Parque Científico y de ser, además, su sede”, explica el arquitecto.
Así, la responsabilidad pesa en este inmueble por encima de anuncios (o celebraciones). Sin embargo, con todo, y a pesar de hacerlo desde la sutileza y la discreción, son las fachadas las que hablan en este inmueble ya que el volumen es el resultado de acotar y agotar la edificabilidad. Así, la expresión en las fachadas principales, a norte y sur, es calculada. Tanto como su mantenimiento. Ideadas con una doble piel -formada por un muro cortina en la cara interior, una piel de metal expandido en la cara exterior y una pasarela de mantenimiento intermedia- la piel de metal expandido cumple una función de protección solar y visual, que adquirirá mayor definición con la llegada de los futuros edificios colindantes.
En las otras dos fachadas, grandes lamas verticales (perfiles tubulares) de aluminio impiden la incidencia directa de los rayos del sol. A pesar de esa cara de metal expandido, el inmueble tiene un interior muy luminoso. La transparencia de la planta baja enfatiza “la voluntad de unir el mundo de la investigación con el de las finanzas”, explican sus autores.
Las plantas bajo rasante están ocupadas por instalaciones y el aparcamiento. Las superiores son diáfanas en contraposición con el núcleo central, de comunicaciones verticales, bloques de aseos y patinillos, que es muy compacto. Se trata de sacarle provecho a lo construido, de levantar una arquitectura eficaz y por eso flexible y adaptable. En gran medida es esa flexibilidad lo que tiende el puente entre universidad y empresa.
Precio según arquitecto: 699 euros por metro cuadrado.
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