Pros y contras del progreso
El uranio vuelve a ser noticia. La zona oeste de nuestro país, debido a las particularidades geológicas que tiene, es muy rica en ciertos minerales, entre otros aquellos que contienen uranio en su composición. Estos minerales fueron fuente de riqueza durante la primera mitad del siglo pasado. Después bajaron los precios de los metales porque había países que los suministraban más baratos por la casi gratuidad y esclavitud de la mano de obra y aquí esas actividades mineras se tuvieron que cerrar. Incluidas las minas de uranio.
Lo que hace falta en este país es más conocimiento e información, pero los recortes y ajustes en los planes de estudio de Secundaria han dejado a la Geología fuera de las aulas.
En la actualidad, una empresa australiana está trabajando en la apertura de una mina en Retortillo, cerca de Salamanca. En esta zona de España siempre ha habido uranio, igual que en la zona de Villavieja de Yeltes y Saelices el Chico, cerca de Ciudad Rodrigo, donde existieron algunas de las minas de uranio más importantes de Europa. Y los medios hablan de los peligros de radiactividad que esa apertura de mina va a ocasionar. El uranio aporta una radiactividad natural con mina o sin mina. Los residuos radiactivos solo se producen en actividades donde se usa uranio enriquecido como combustible, como en las centrales nucleares. Otra cosa es el desbarajuste que se pueda producir en el entorno natural, pero no se puede engañar a la población con cuentos sobre consecuencias que no se ajustan a la realidad. Y si no, apaguemos todos los móviles, la televisión, la calefacción, vivamos a la luz de las velas... Aquí se cierran nucleares. En Francia las abren. Hay que poner en la balanza los pros y los contras del progreso y analizarlos. Y no a la ligera.— Lola Pereira.
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