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Blogs / Cultura
Del tirador a la ciudad
Coordinado por Anatxu Zabalbeascoa

Los tipos de arquitectura del Doctor Reus

Anatxu Zabalbeascoa

El padre de la arquitecta murciana Patricia Reus (Blancafort-Reus) recién jubilado del puesto de jefe del servicio de radiodiagnóstico del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca, en Murcia, lleva ya un tiempo ilustrando a su hija –y de paso indirectamente a esta periodista- sobre la coincidencia entre la evolución social de los médicos y la actual situación de los arquitectos. Más allá de repetir las ventajas que trajo (para su oficio y para sus colegas tanto como para la sociedad) la instauración de un sistema público de salud que terminó con sus antiguos privilegios, el doctor Reus establece otra comparación.

Cuenta que, frente a la actual “medicina de agudos” -que genera trabajo para los médicos a base de pruebas diagnósticas, revisiones o medicación y tiene como efecto la construcción de grandes hospitales o el consumo de medicamentos- existe una alternativa que no interesa al sistema: la política de medicina preventiva,que no produce efectos inmediatos y supone abrir el negocio de la salud a sectores como el de la alimentación o el urbanismo”. El doctor recuerda que un gestor del sistema sanitario murciano argumentaba que para qué iba a hacer campañas de vacunación si el efecto beneficioso se iba a comprobar diez años más tarde, cuando él ya no estuviera en el cargo. “En vez de eso, construyó un hospital”, que, naturalmente, firmaron arquitectos.

La arquitectura atraviesa la misma ciénaga. La reparación actual corresponde a la debilidad de lo construido y al cortoplacismo de las decisiones urbanísticas y arquitectónicas. ¿Para cuándo una arquitectura preventiva respaldada por un mercado consciente, alejada de plazos electorales y asociada a criterios sostenibles, decisiones éticas, capacidades probadas y conducta ejemplarizante? Frente a los proyectistas que acumulan denuncias, desprestigio o simplemente trabajos mediocres, hay muchos profesionales, como Josep Bunyesc, Carlos Quintáns o Eduardo de Miguel que llevan años pensando en la casa, y el mundo, que heredarán sus nietos. 

Comentarios

Curioso que el urbanismo como disciplina y metodologia se invente en Londres durante la epidemia de colera de 1854...No?Buen articulo...Pero exigimos una versión latina, no sea que se enteren los "lumpen". Un detalle : el doctor Snow difundio y comunico sus resultados y hipotesis sobre la enfermedad poco antes y en ingles en un folleto de bajo coste.Pax vobiscum(Shalom)
Interesante la analogía que planteas en este artículo. Creo que hay algo de cierto en decir que si la arquitectura se piensa a corto plazo y aparece ligada al poder sólo generará grandes "elefantes blancos" en nuestras ciudades como ha sucedido en estos últimos años. La arquitectura española de "renombre" es muy especialista en eso y desde hace mucho tiempo. Aquí un ejemplo de esa influencia desde antaño: http://2worldtree.blogspot.sg/2014/01/intramuros-la-habana-asiatica.html
Ya es hora te aplicar en todos los ámbitos y estadios de la Arquitectura los principios de la Cuna a la Cuna "Cradle to Cradle".
"Ciénaga" no suena lo suficientemente feo. “No tenemos que inventar una arquitectura nueva cada mañana”. Eso lo dijo van der Rohe (y luego va y la revoluciona, pero da igual para lo intento decir). A mi me gustaría que la arquitectura, la medicina y hasta la gastronomía sirvieran para cubrir nuestras necesidades de la mejor y más respetuosa forma posible, con el presupuesto que haya en cada momento. Si evolucionan, que sea porque la sociedad a la que deberían servir evoluciona. Que se centren en las personas (ahora nos llaman usuarios) más que en la masa, que también (no, si vamos a tener que resucitar el Renacimiento). No está bien construir hospitales que no se van a poder equipar y se van a infrautilizar si eso impide urgencias del sistema de salud, como las campañas de vacunación. Lo de gastarse una millonada en un puente de los Hermanos Calatrava cuando los parques son una pocilga y etc. debería ir por lo penal. La Fundación del Adriá de las espumas moleculares ahora amenaza con construir un Centro de Investigación Gastronómica de más de cuatro mil metros en terreno no urbanizable. Lo acojonante es que estas formas de hacer mal las cosas salen más caras. A nosotros, claro.
Jose, tienes razon pero no te preocupes la Historia la hacen las masas ( los "usuarios" o si prefieres los "consumidores") no los individuos, ya sean sifoneros autoproclamados gastronomos o arquitectos estrellados...SaludosPD: para chorradas arquitectonicas : Los hermanos Herzog y de Meuron ( y su filarmonica de Hambourg, por ejemplo...)
bueno siempre debemos ver los cambios, aunque todo funciona de una manera, quizas esto cambios de este señor puede ayudar a que se solucionen muchas, aquí lo importante es que se haga de forma organizada.
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