Hollywood pide a Caroline Kennedy que luche contra la matanza de delfines

En los poco más de dos meses que lleva en su cargo como embajadora de Estados Unidos en Japón, Caroline Kennedy ha podido comprobar los tortuosos caminos que se esconden detrás las bambalinas de la diplomacia. Tras calificar de “inhumana” la tradicional caza de delfines que cada año se practica en el archipiélago nipón, destacados representantes de la música y el cine de EE UU han apelado a la hija de JFK para que inste al presidente Barack Obama a que presione al Gobierno de Tokio para que ponga fin a esa polémica práctica pesquera.

“Los ojos del mundo están puestos en usted, embajadora Kennedy, y en nuestro Gobierno para que envíen un claro mensaje a Japón para que prohíba esa atrocidad ya”. Así de categórico es el contenido de la carta que Kennedy recibió este miércoles y que firmaron un buen número de activistas y artistas estadounidenses, entre ellos, la nueva pareja de Hollywood, Sean Penn y Charlize Theron, Gwyneth Paltrow, Susan Sarandon, Cher, Jennifer Hudson o la próxima anfitriona de la gala de los premios Oscar, Ellen DeGeneres.

Los peticionarios muestran su oposición a la matanza de delfines que cada año, entre septiembre y marzo, se perpetra en la bahía de Taiji. Los pescadores arrastran hasta allí a centenares de esos mamíferos que caen atrapados entre sus redes. En el camino, que dura alrededor de unos cuatro días, muchos de los animales mueren asfixiados. Cuando llegan a la bahía, los pescadores seleccionan los delfines que van a vender a parques marinos, los que van a dejar en liberad y los que van a sacrificar para alimento. El documental Cove, que ganó el Oscar en 2009, puso imágenes a esta controvertida caza haciendo crecer en Hollywood la conciencia hacia esta técnica.

Los ojos del mundo están puestos en usted, embajadora Kennedy, y en nuestro Gobierno para que envíen un claro mensaje a Japón para que prohíba esa atrocidad ya”

En la carta, los firmantes afirman que desde que comenzó la veda en septiembre de 2013, ya han muerto más de 600 delfines y proponen al presidente Obama que, como medida de persuasión, utilice las negociaciones sobre el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, en sus siglas en inglés) como moneda de cambio para arrancar la prohibición al Gobierno nipón. Los artistas estadounidenses creen que si Washington amenaza con no firmar el tratado –que incluye a otros 10 países asiáticos y que, de materializarse, se convertirá en la zona de libre comercio más grande del mundo-, Japón podría reconsiderar su postura hacia esa polémica tradición.

Kennedy dejó clara la postura de la Casa Blanca en su tuiter. “Estoy muy preocupada por la crueldad de la matanza de delfines. El Gobierno de EE UU se opone a este tipo de caza”, publicó la embajadora estadounidense el pasado mes de noviembre. Sin embargo, no parece plausible que Obama vaya a utilizar el TPP para presionar a Japón, habida cuenta de que el presidente ha pedido al Congreso más poderes para agilizar el proceso de firma de una ley al respecto, una vez que el tratado se firme.

El Gobierno japonés tampoco está dispuesto a prohibir la caza de delfines. “Esta práctica es un tipo de pesca tradicional en nuestro país y explicaremos nuestra postura al respecto a nuestros amigos estadounidenses”, señaló el portavoz del Gabinete del presidente de Japón, Shinzo Abe, en respuesta al tuit de Kennedy.

Los artistas estadounidenses creen que si Obama amenaza con no firmar el TTP, Japón podría reconsiderar su postura hacia esa polémica tradición

Por su parte, los habitantes de la aldea de Taiji han invitado a la embajadora a que visite la localidad y compruebe que la caza que ella considera “inhumana” forma parte de su modo de vida y es “esencial para la economía local”.

Kennedy no está sola en su oposición a la caza de delfines, su homólogo británico –un país donde los grupos ecologistas y sus famosos también se han movilizado en contra de este tipo de práctica-, Timothy Hitchens, también ha manifestado su disconformidad y la de su país. Yoko Ono, al margen de los artistas estadounidenses, también ha hecho llegar su repulso hacia esta técnica asegurando que “alimenta el odio de otros países hacia Japón”.

Hollywood, la Casa Blanca, el Gobierno nipón, las autoridades locales de Taiji, un tratado multimillonario… Caroline Kennedy tiene varios frentes abiertos solo con la caza del delfín, un asunto para nada menor con el que empezar a calentar su pericia diplomática.