Ir con los que ganan es muy fácil
El fotógrafo Juan Pelegrín edita ‘El año que jugamos en la LEB’, un libro que documenta el simulacro de descenso de Estudiantes, el equipo que todo lo que pierde en la cancha lo gana en las gradas
Hace dos años, el club de baloncesto Estudiantes cuajó una de las peores temporadas de su historia. Tan mala que se ganó perder la categoría. La ACB se disponía a despedirse durante, al menos una temporada, de uno de sus clubs más históricos. Finalmente, el equipo madrileño pudo jugar la siguiente temporada en la máxima categoría gracias a la renuncia de Iberostar Canarias, que no pudo afrontar el pago del canon (siete millones de euros) exigido por la ACB para jugar en ella. El pecado quedó sin penitencia, pero no pasó desapercibido ante los ojos de una parroquia, la estudiantil, que tal vez no haya sido la primera en convertir la derrota en una forma de arte pero tal vez sí la más ducha en transformar tragedias en comedias. La peculiaridad inherente a aquella temporada en el infierno que terminó siendo otras vacaciones en el purgatorio no pasó desapercibida a los ojos del periodista y fotógrafo Juan Pelegrín, responsable principal de ‘El año que jugamos en la LEB’, un libro que en sus 136 páginas documenta el tránsito de la escuadra estudiantil por la ACB la temporada en que se suponía que no debía estar allí. El volumen cuenta con instantáneas del propio Juan, además de textos del escritor Luis Arribas, del periodista y miembro del departamento de prensa del club, Santi Escribano, de ex entrenador de las categorías inferiores del club, Jacobo Rivero, y del entrenador del Tuenti Móvil Estudiantes, Txus Vidorreta. Hablamos con Juan Pelegrín sobre lo que hace a Estudiantes un club tan especial que hasta el argumento de los libros dedicados a él hay que leerlo dos veces para saber exactamente de qué va.
¿Cómo surgió la idea del libro?
La verdad es que surgió un poco de casualidad. La gente de Informe Garibaldi, que hace audiovisuales sobre Estudiantes, me pidió una selección de fotos de la temporada para montar un vídeo. Al ir repasando todo el archivo me di cuenta de que el año, que terminó bastante regular, en realidad había sido muy notable, con momentos brillantes y grandes jugadores como hacía algunos años que no teníamos. El año que teníamos que haber jugado en la LEB pisamos todas las canchas ACB, jugamos la Copa del Rey y le dimos una gran paliza al Bar$a, con signo de dólar. Finalmente, fue una temporada extraordinaria, con muchas cosas que contar y algunas buenas fotos.
¿Qué sentiste el día en que se consumó la tragedia?
El monopolio, bipartidismo, o la tiranía de los ricos y poderosos nunca son buenos. Ni dentro ni fuera de la pista.
Fue un día un poco raro. A la hora del partido yo estaba fotografiando una corrida de toros en Las Ventas. Vamos, que no lo vi. No obstante, Twitter iba informando del desastre (aunque finalmente, semanas después, no terminara de consumarse). Fue una tarde bastante triste, como el año en general. Tal vez, paradojas de Estudiantes, fue el día que más ganas tenía de estar allí, de ver al equipo, a los amigos y de poner todas las ganas para, desde la LEB, volver a empezar aquella misma tarde.
¿Es mejor ser cabeza de ratón o cola de león?
Bueno, en este caso yo creo que cola de león. La ACB, con todos sus defectos, es una gran competición y es el mejor sitio para estar para un equipo como el nuestro. Para la ACB yo creo que también es importante que Estudiantes esté en ella. No está el baloncesto sobrado de marcas tan reconocibles y de tanto valor con, además, pocas connotaciones negativas. En la ACB también podemos demostrar cada año que somos el mejor equipo de Madrid. Diga lo que diga la clasificación.
¿Qué te sorprendió más de aquel año?
Del año del no-descenso, la desidia, la falta de ganas, los evidentes problemas que el equipo transmitía con toda claridad en la pista, los pésimos fichajes. Del año que debíamos haber jugado en la LEB y que finalmente jugamos en ACB, lo bien que jugó Estudiantes hasta febrero. Hicimos grandes partidos y disfrutamos de un jugón tan enorme como Carl English en su mejor versión, de la sabiduría de Germán Gabriel, un bailarín de la zona, la explosión de Jayson Granger, ahora jugando Euroliga en Unicaja, y algunas cosas más.
¿Qué hace a estudiantes distinto a casi todos los demás clubes españoles?
La derrota es parte de nuestra idiosincrasia y sabemos vivir con ella. Algunos de los dichos recurrentes de la afición son: 'Ir con los que ganan es muy fácil' o mi favorito: 'Yo te quiero, Estudiantes, aunque no ganes ni a las canicas"
Por desgracia creo que cada vez menos cosas, pero algo queda. Por ejemplo, una cantera con mil chavales que juegan al baloncesto. Que las estrellas del ACB son los que buscan la mano de los niños y niñas para que les choquen. Que tenemos un par de recintos históricos para el baloncesto español como son el Magariños y la Nevera. Nuestro equipo femenino, no siempre atendido como se merece. Durante algunas temporadas fuimos el único equipo de Europa con escuadra en la máxima categoría nacional tanto en masculino como en femenino. Eso era un orgullo que hoy se ha dejado de buscar. Supongo que será cosa de los recortes. Y luego hay un Estudiantes utópico, algo parecido a un Reino de Camelot. Cada aficionado del ‘Estu’ tiene en la cabeza. Por desgracia, como te decía, esa utopía que muchos compartimos, ese significado que atribuimos a la palabra Estudiantes cuando la pronunciamos, está cada vez más lejos de la realidad.
¿Por qué consignas como, por ejemplo, algunas a favor de la sanidad pública no se oyen en otros acontecimientos deportivos? ¿No debería ser el deporte, con toda su relevancia social, más permeable a lo que le sucede a su alrededor?
Quizás eso es algo que nos diferencia también de otros clubes. La afición, especialmente la Demencia, claro, siempre está un poco pendiente de cierto tipo de cosas que, como dices, no se plantean otros clubes o aficiones. La sanidad y la educación fueron "las estrellas" en ese sentido en la temporada 2012/13, pero siempre ha habido en Estudiantes cierto nivel de compromiso. Es de sobra conocida la afinidad de la Demencia por la causa palestina y, por suerte, en este caso el club se hizo permeable y en pasados años se apuntó a acciones impensables para otros equipos. Estudiantes jugó el primer partido internacional de baloncesto en Palestina y ellos nos devolvieron la visita con su selección femenina. Ambos eventos fueron realmente emocionantes. Yo pude ir el verano pasado a Palestina y he comprobado la huella que dejó allí Estudiantes. No es pequeña, te lo aseguro. Para mí es un gran orgullo que mi equipo haga cosas como esas.
¿Cómo gestiona estudiantes la derrota?
Ahora volvemos a saber bastante de eso. Estudiantes, como club, la gestiona como cualquier otro cuando se suceden los malos resultados: con nervios y con la urgencia de recuperarse a base de victorias. La afición, pues ya depende. En general, con mejor humor de lo normal mientras se perciba entrega, lucha y se perciba que fidelidad a la esencia de esa utopía de la que hablaba antes que, en el primer equipo, debería traducirse en muchos chavales jugando minutos en la ACB. Como eso no está pasando demasiado, andamos ahora un poco cabreados. Pero la derrota es parte de nuestra idiosincrasia y sabemos vivir con ella. Algunos de los dichos recurrentes de la afición son "de derrota en derrota, hasta la victoria final", "ir con los que ganan es muy fácil" o, tal vez mi favorito, "yo te quiero Estudiantes, aunque no ganes ni a las canicas".
¿Qué futuro tiene el club en la ACB, y cómo ves el mismo futuro de la ACB, que no parece estar atravesando su mejor momento?
Es casi inmoral que con lo que cobran Rudy Fernández o Juan Carlos Navarro se puedan construir plantillas enteras. Y sobraría bastante dinero".
El futuro del club en la ACB ahora mismo está seriamente comprometido. Estamos en puestos de descenso y aunque hace ya dos años que el descenso no se materializa, nunca se sabe qué puede pasar al final de la temporada. Siempre es mejor no tentar a la suerte. Incluso si no descendemos, que no lo haremos, el futuro es negro. La deuda de Estudiantes es muy grande y el plan previsto tras el concurso de acreedores va a ser bastante duro de cumplir en los próximos años. Por su parte, la ACB ha tenido momentos mejores, con más dinero para fichar estrellas y más dinero para la clase media. Ahora los salarios han descendido brutalmente y la cantidad de equipos verdaderamente competitivos, también. Clubes aparentemente muy seguros hace muy poco están al borde del desastre. Parece que hemos jugado por encima de nuestras posibilidades, que dirían algunos. Tal vez el futuro pase por redimensionar y dejar de lado ciertos aires de grandeza. Aun así, creo que sigue siendo la mejor liga de Europa. Fundamentalmente, porque en ella juega Estudiantes. Lo demás es secundario.
¿Se replica en el mundo baloncesto el monopolio Barça-Real Madrid del fútbol?
Sí, y es muy dañino. Son clubes de fútbol que arreglan sus derrotas con dinero. Para ellos no es nada poner dos o tres millones de euros más para acabar con sus problemas y aplastar a los rivales, pero creo que eso mata y adultera la competición. Es casi inmoral que con lo que cobran, por ejemplo, Rudy Fernández o Juan Carlos Navarro se puedan construir plantillas enteras. Y sobraría bastante dinero. Hay otra poética letrilla demente sobre esto que dice así: "Estoy hasta los huevos del ‘Barsa’ y del Madrid". Pues eso, el monopolio, bipartidismo, o la tiranía de los ricos y poderosos nunca son buenos. Ni dentro ni fuera de la pista.
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