El ‘Volare’ de Modugno tiene un nuevo heredero

El cantante italiano Domenico Modugno, autor e inolvidable intérprete de Volare, tiene un nuevo heredero. Veinte años después de su muerte, un Tribunal de Roma ha reconocido que el actor Fabio Camilli nació de una relación extraconyugal y secreta que el célebre cantante mantuvo con la coreógrafa Maurizia Calì. 

La batalla de Camilli, conocido en el país por papeles en series y películas autóctonas, ha durado 12 años. Durante la larga lucha en los tribunales con la viuda de Modugno, Franca Gandolfi, y sus tres hijos oficiales Marcello, Marco y Massimo, el magistrado ordenó tomar una muestra del ADN del cadáver del artista. Y el gran parecido que guardan ambos ha quedado probado. El análisis dio resultado positivo. A los familiares, que se opusieron hasta el final a la reclamación, ya no les queda más remedio que acatar la sentencia. La Sociedad italiana de Autores (SIAE) tendrá que repartir también con Camilli los inmensos beneficios de los derechos de autor de una de las melodías más emitidas, replicadas y vendidas del planeta.

La leyenda cuenta que Modugno (1928-1994), ya casado y consagrado en la música, cayó hechizado ante la coreógrafa del teatro Sistina de Roma, esposa de Romano Camilli, colaborador de Garinei y Giovannini que dirigían a Mr. Volare en un espectáculo. Aseguran también que ella fue quien inspiró la canción Pasqualino Maragià, pequeña y divertida epopeya de un pobre pescador napolitano que un día cruza la mirada con la fascinante Princesa Kalí llegada en barco desde India; entre los dos explota el amor y él termina siguiéndola a su país, donde enseña a todo el mundo a preparar pizzas. Más allá de la leyenda, nada se conocía de la relación clandestina de Modugno. Fue el secreto mejor guardado por su antigua amante, quien solo lo desveló a los seis meses de que falleciera su marido de toda la vida y el padre reconocido de Fabio.

“Es una sentencia justa”, declaró a la agencia ANSA el abogado de Camilli Gianfranco Dosi. “Pone en evidencia la resistencia de los hijos durante una década de batalla legal. Creo que se podían haber evitado todos estos años de tribunales para respetar la elección que en su vida tomó Modugno”.

Prolífico artista, Modugno escribió y grabó más de 230 canciones, actuó en más de 40 películas y en 13 espectáculos teatrales, presentó programas de televisión y ganó cuatro veces el Festival de Sanremo. La primera vez, en 1958, con Nel blu, dipinto di blu, que enseguida fue apodada solo Volare. Aquel evento marcó un antes y un después en la música italiana. “Los brazos abiertos de par en par de Modugno representaron a un país que se sacudía de encima los recuerdos de la guerra y de las privaciones”, explica Marco Bracci, sociólogo de la comunicación en la Universidad de Florencia y autor de De Modugno a Factor X, un ensayo sobre la música y la sociedad italiana desde la posguerra. “Es esencial para entender Italia”, detalla Edoardo Tabasso, coautor del libro, “supo construir una épica de las pequeñas cosas. Hizo en la música lo que el neorrealismo en el cine”. Por eso, vendió más de 60 millones de discos. Un patrimonio que ahora tienen un heredero más.