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He ido a Corea del Norte y te he traído… un rap

Dos raperos estadounidenses viajan a Pionyang gracias a un 'crowdfunding' y regresan con el primer videoclip grabado en ese territorio

Los raperos Packman y Peso.
Los raperos Packman y Peso.

El de las aventuras de Pacman y Peso, dos hip-hoperos de uno de los barrios más desfavorecidos de Washington, podía parecer una secuela de Dos colgaos muy fumaos (Fuga de Guantánamo), incluso la versión asiática y low cost del clip en las escaleras de Selarón en Río de Snopp Dogg y Pharrell, pero también es una historia de oportunismo y redención con todos los ingredientes para fascinar al público estadounidense. En un país donde sólo se permiten lentes cortas y donde se pasea por sus autopistas con una vigilancia estrecha, estos dos postadolescentes, que parecen los hijos rudos de Milli Vanilli, lograron filmar su vídeo para Escape to North Corea, el primero grabado en Pionyang. Durante días, estuvieron improvisando rimas ante cámaras semiocultas. Regresaron con esto:

Corea del Norte está viviendo una de esas etapas que, de puro dramáticas, resultan casi cómicas. Con Kim Jong-Un convertido en una especie de miniyo déspota, las escenas que está propiciando parecen el delirio de un guionista de Austin Powers. Después de purgar a su tío por su comportamiento disoluto (la leyenda dice que se lo jalaron 120 perros), acoge con fanfarria y pompa a Dennis Rodman, el bad boy de la NBA (no está de más recordar esa noche de 1993 en la que se encontró al jugador de básket con un arma cargada en el parking del campo de los Pistons), que le cantaba  el Happy Birthday al dictador, una especie de momento Marilyn si ésta le diera a la cazalla en la hora del desayuno.

Uno de los pabellones de la capital presenció un cruce exacto entre un partido de los Harlem Globetrotters televisado por la Troma, Evasión o victoria con final alternativo antiheroico y una escena de Space Jam, esa película en la que los Looney Tunes (Bugs Bunny y compañía) evitan un destierro al parque de atracciones de Montaña Tontolandia gracias a Michael Jordan, que los empuja hacia el triunfo en un partido de básket. El equipo de Rodman, y de otros jugadores de la NBA, perdió contra una selección norcoreana (el juego parecía más bien celebrado en Liliput), ante el aplauso mecánico de la grada. Rodman ha sido criticado por ensalzar al nuevo líder y no ayudar en el rescate de Kenneth Bae, condenado a 15 años de trabajos forzados. “Kim es un buen tipo”, contestó el ex de Madonna.

¿Estáis preparados para ir a Corea del Norte?

La respuesta pordía ser. “El ordenador dice: no”, que se diría en Little Britain. Y, sin embargo, allí se han ido Pacman y Peso.

Todo empezó en agosto, cuando se hizo público el proyecto en Kickstarter. Estos dos raperos del sureste de Washington pedían 6.000 dólares para costearse su viaje a Pionyang. La idea, por quijotesca y bizarra, apareció en The Washington Post. Parecía improbable, pero un inversor llamado James Passin, conocido como el Americano que compró Mongolia, quiso apadrinar el proyecto con una donación de 5.100 (la calderilla que le sobraba tras comprarse la baguette, el diario y un país asiático). Ayudados por el manager Michael Bassett (que trabaja en sus ratos libres de comercial), Anthony Bobb y Dontray Ennis, los nombres reales de los raperos, prepararon sus pasaportes para pasar el Día de Acción de Gracias en uno de los países más herméticos del Planeta. De hecho, finalmente consiguieron hasta 10.400 dólares, así que las dietas estarían cubiertas.

Les queremos pregunta si les gusta vivir allí, si querrían venir a EE UU

Antes de su partida, con las Visa ya en regla, celebraron una fiesta de despedida en un pub, muy concurrida de fans vistiendo camisetas con las siglas DMV y DMZ (el área de Washington, Maryland y Virginia; la zona desmilitarizada entre las dos Coreas). “¿Estáis preparados para ir a Corea del Norte?”, jalearon a los presentes. Hasta ese momento, lo más lejos que habían viajado los dos jóvenes había sido a Nueva Jersey y a Nueva York. Pero en su periplo los ayudaría Mike Bassett, un militar que batalló en Corea y que ha organizado desde entonces diversos viajes de “intercambio cultural” a ese país. De hecho, los raperos, que no quieren posicionarse políticamente, defienden el proyecto, de una forma ingenua, así: “Les queremos pregunta si les gusta vivir allí, si querrían venir a EE UU”. En sus barrios, y según su manager, “ambos han esquivado balas, se han ido a dormir con hambre y han recalado en el sistema de justicia juvenil”. De ahí el éxito de la idea, muchos vieron en este viaje un horizonte de fama y prosperidad para ellos.

Pacman y Peso intuían el filón en ese viaje. Solo en España, la cuenta de Twitter @norcoreano, que parodia al líder, tiene 103.000 seguidores y la Editorial Base acaba de lanzar Alma roja, sangre azul, la autobiografía de un tarraconense que se presenta como el único occidental aceptado por ese régimen (sus piezas televisivas son célebres desde hace tiempo ). Los dos raperos no parecían, antes de la excursión preocupados: “No me gustan los dramas, sino las películas de acción”. Eso sí, se preguntaban en qué idioma hablaban en Corea del Norte y si los entenderían. Hasta poco antes de sellar los pasaportes no sabían dónde quedaba ese país, ni si estaba lejos del suyo.

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