Pacientes a tiempo parcial
Pueblos pequeños de Castilla-La Mancha sufren el recorte de médicos en los ambulatorios Los 652 vecinos de Almedina tienen atención primaria a jornada completa solo 18 días al mes
En Almedina todo el mundo habla del fallecimiento de Francisca G., pero nadie quiere relacionarlo con los recortes. Los 652 habitantes de este pueblo de Ciudad Real tienen que pensárselo dos veces antes de enfermar. La médica de esta localidad, que hasta julio trabajaba a jornada completa, ahora, durante 12 días al mes, está solo dos horas. Además, algunos días de consulta también falta la enfermera, que tiene que cubrir guardias en otros municipios. Incluso, hay jornadas en las que faltan las dos. "Sin la enfermera, la médica no puede poner una vía. Y al revés, si llega alguien con un infarto, lógicamente la enfermera no puede proceder", explica uno de los vecinos.
La médica de este pueblo de casas bajas y calles adoquinadas también atiende en Puebla del Príncipe (790 habitantes). Estas dos localidades son un ejemplo de los recortes que padece la sanidad pública. Los vecinos aseguran que esta situación se repite en otros pueblos de la provincia.
El día en que murió Francisca, una octogenaria que llevaba tiempo enferma, su familia estuvo llamando al centro médico toda la mañana sin obtener respuesta. Allí solo estaba Pilar, la limpiadora del edificio que comparten el Ayuntamiento y la consulta. La doctora no estaba porque era uno de esos días en los que le tocaba hacer media jornada. Pilar escuchó el teléfono “a partir de las diez y media” de la mañana. Según se enteró después, era la hija de Francisca, que al final tuvo que llamar a Emergencias y un helicóptero se la llevó al hospital más cercano, el de Valdepeñas, a 43 kilómetros. Francisca falleció esa tarde.
Al día siguiente, en el centro de día de esta localidad aceitunera, hay cuatro jubilados que pasan el rato en un cálido salón lleno de sillones y mesas para jugar a las cartas. “Lo suyo es tener médico todos los días”, dice Gregorio Alfonsea Arias, de 78 años. Ni él ni sus amigos del centro de día tienen queja alguna de las profesionales sanitarias de Almedina. Se lamenta de la falta de servicios en un pueblo pequeño como el suyo. "Tengo a los hijos en Madrid. Mi mujer tiene angina de pecho y muchas noches se pone dos pastillas bajo la lengua para aguantar el dolor, por no molestar a mi sobrino para que nos lleve".
Localización de Almedina (Ciudad Real).
Otra huella del tijeretazo en la sanidad está en el servicio de ambulancias. En junio de 2012, Castilla-La Mancha (gobernada por el PP) retiró una UVI móvil del hospital de Valdepeñas, que daba servicio al pueblo, denuncia Rubén Martín Fernández, portavoz de CC OO. Seis meses después, la empresa Ambuiberia se hizo con la concesión del servicio de ambulancias de ese centro por dos millones menos que la compañía anterior y despidió a 72 trabajadores entre conductores y camilleros. Los vehículos siguen ahí, pero no los trabajadores.
Amadeo Muñoz Talavera, uno de los conductores despedidos, explica que hay pacientes mayores que llegan a esperar hasta cuatro horas en el hospital para que los lleven de vuelta a casa. La Plataforma por la Sanidad Pública en Almedina —que pertenece a la federación de asociaciones estatal— denuncia que de las dos ambulancias que atendían en este y los otros cuatro municipios (4.600 habitantes) ahora hay solo una. Los ancianos necesitan ambulancias para desplazarse al hospital provincial porque en Almedina no hay autobús directo.
Ante las críticas a la Junta de Castilla-La Mancha, el portavoz de la oposición en Almedina, Antonio Carrión, del PP, dice que "algunos han querido crear un problema donde no lo hay". Carrión argumenta: "También soy vecino y tengo familia. Si estuviéramos desprotegidos, yo sería el primero en protestar. ¿O los del Partido Popular no nos ponemos malos?".
María José Vega, otra de las vecinas afectadas, se lamenta: “El otro día mi marido se hizo daño en el hombro mientras trabajaba en el campo. Tuve que pedirle el coche a mi yerno para llevarle a la Torre [de Juan Abad]”, a 11 kilómetros. “Menos mal que conduzco. Este es el pueblo más hermoso pero, está dejado de la mano de Dios".
"Somos pacientes, no cartillas"
Castilla-La Mancha establece un ratio entre el número de pacientes y las horas de médico que les corresponden. Para que una población tenga una jornada completa de facultativos, "la media está entre 1.400 y 1.600 cartillas sanitarias", explica la Consejería de Sanidad. Por esta razón comparten médico pueblos como Almedina (652 habitantes) y Puebla (790) durante siete horas semanales. El objetivo de la medida es "garantizar la viabilidad del sistema público de salud", según la Consejería. "No somos cartillas, somos pacientes", responde Moisés Martínez Quintana, vecino y miembro de la Plataforma por la Defensa de la Sanidad Pública en Almedina.
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