La subida de la electricidad
Era de esperar. Al final siempre acaban pagando los mismos, los consumidores. La subida del recibo de la luz para enero, según se comenta del 11,5%, será un duro castigo en un mes como el de enero que ya cuesta acabarlo en circunstancias normales. De momento, y si no hay cambios reales, tanta palabrería y tantas promesas para acabar en lo mismo de siempre, cargando la factura al consumidor de a pie, mientras las grandes multinacionales se forran y pagan jugosos dividendos a los accionistas.
Hace unos días seguía una información sobre la pobreza energética y se me pusieron los pelos de punta. En algunos puntos del país más del 20% de la población va a pasar mucho frío este invierno; y algunos hasta tendrán que alumbrarse con velas, candiles o faroles. Triste y demencial. Estamos retrocediendo a épocas muy lejanas, como aquellas en la luz en las casas la producía un carburo y la calefacción era el calor de la lumbre en la cocina.
Por todo ello, este año pido a los Reyes o a quien sea que a los políticos les traigan carbón (no mucho que puede servir para producir energía) y para algunos, el carbón que sea lignito, que tiene más azufre y cuando lo coman se les va a poner cara de demonios con rabo y orejas rojas.
En fin, hágase la luz, y la luz se hizo, pero más cara. Al final, las cosas más normales: luz, agua o pan, van a ser auténticos artículos de lujo que solo van a estar al alcance de unos pocos afortunados. Si esto es justo que venga Dios y lo vea. ¡Qué va a ver, qué va a ver!, si no va a tener ni luz para alumbrarse.— José Manuel Fuentes Baños.