_
_
_
_
Blogs / Cultura
Del tirador a la ciudad
Coordinado por Anatxu Zabalbeascoa

Casa-máquina

Anatxu Zabalbeascoa

FOTO: David Frutos /Bisimages

Un híbrido entre casa y caravana indaga en el viejo sueño de Le Corbusier.

Esta casa, o máquina, del estudio Ad-hoc Arquitectos fue prefabricada íntegramente en un taller y colocada en un solar de Alguazas, en la huerta de Murcia. La vivienda pertenece a una familia de dos padres con tres hijos ya mayores que la van usando, alternativamente, y acaba de ganar el XVII Premio de Arquitectura de la Región de Murcia en la categoría “Otras vías”.

Hace años que su autor, el arquitecto Juan Antonio Sánchez Morales (Madrid, 1960), explora otra vía arquitectónica. “Seguir ejerciendo hoy profesionalmente la arquitectura solo es imaginable desde la exploración de nuevas trayectorias. Yo entre otras, intento poner en marcha una línea de trabajo que industrializa la arquitectura”, explica. Y esta casa que indaga en un híbrido -un cruce entre una caravana y una vivienda, un habitáculo industrializado, más amplio que una roulotte y que, a pesar de poderse trasladar, no precisa montarse ni desmontarse- es su primer hallazgo.

Así, este es en realidad un proyecto personal. Detrás de esta casa ideada para sus cuñados, Sánchez Morales ha visto la furgoneta con la que él y su mujer han recorrido medio mundo hasta hace poco, cuando la camioneta dijo basta.

Con todo, esta casa-máquina va más allá y es susceptible de equiparse, de cambiar de uso y también de funcionar de maneras diversas puesto que puede tunearse, ampliarse o personalizarse con pérgolas, porches o marquesinas.

Asentarla en el terreno requiere una mínima cimentación y puede conectarse a la red pública de agua, electricidad y alcantarillado o funcionar con dispositivos de autosuficiencia ya que está preparada para captar energía, almacenar y depurar agua.

Formada por tres espacios básicos -uno central común y dos laterales, para baño y zona de almacén- tiene un doble dormitorio superior y periférico al que se accede por unas escaleras que parten de ese espacio central. El aspecto enigmático y sólido cuando la vivienda está cerrada contrasta con la forma abierta y permeable -con puertas plegables y un portón que desaparece hidráulicamente- que adquiere la casa cuando, estando en uso, se unen el interior y el exterior.

Comentarios

Está genial la forma y elaboración, pero yo le pondría una barbacoa y así completar un fantástico lugar de ocio y relajación
En realidad para mi prefiero el estilo clásico y formas mas convencionales
Que tenga forma de lata de sardinas, es algún tipo de metáfora?
Luego dicen de las suegras, pero los cuñados son lo peor.
Aviso de errata informática: Hay un problema de comillas en el html del texto que hace que los links se generen mal.
Para felizyrelajado,hay gente que le gusta y paga por vivir en sitios sin balaustradas y teja ceramica
Menuda puta mierda gallus
Para zosimo,Gracias por tu observación, eso me abre todo un mundo de posibilidades.Supongo que incluso algún exaltado habrá pagado por tener ventanas por las que entre luz natural y permitan ver un precioso paisaje sin tener que pegar la cara al cristal.Mi lado racional adora las casas confortables, mientras que a mi lado emocional le encanta el diseño. En el equilibrio está la clave.Saludos.
Quisiera señalar un gravísimo error de concepto. Prefabricar sin elementos compatibles para crear, no un estuche de violín sino el entruche de un violín único; es tan absurdo como hablar de un vestido único de alta costura prefabricado -que también se construye en taller. En este caso creo que el término se devalúa y se utiliza de manera perversa. Precisamente el autor habla de industrialización, que es justo lo que en espíritu no tiene esta vivienda. Me gustaría que el autor debatiera esta idea. Si el proyecto no genera un sistema exportable, si no produce elementos compatibles aplicables a otros proyectos, si en definitiva está hecha en taller pero no está industrializada... Qué beneficio reporta a la sociedad más allá de una apariencia o una metáfora? Un saludo.
Perdón, es que acabo de darme cuenta de que el estudio se llama Ad-hoc, lo que precisamente explica del todo el oximoron entre el propio proyecto y llamarlo industrializado. Todo aclarado.
Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_