‘Tasa Tobin’
Enrique Barón, José María Gil-Robles y Josep Borrell, los tres españoles expresidentes del Parlamento Europeo cuya nueva composición será votada en mayo próximo, han hecho un importante llamamiento a nuestra opinión pública. El texto, merecedor de amplia difusión, alude a una necesidad perentoria: un amplio respaldo electoral aportará en la UE la base política hacia las imprescindibles reformas económicas frente a la crisis.
Entre las medidas, el impuesto sobre transacciones financieras (vulgarmente conocido como tasa Tobin), que —dicen— “ha de tener verdadera naturaleza de recurso propio de la Unión”. Con ello respaldan una pretensión global consolidada, una casi unánime resolución del P.E. (Informe Podimata) y el acuerdo de enero último por el que 11 Estados miembros, entre ellos España, tomaron el compromiso de establecerla en prudentes porcentajes (0,01% para derivados y 0,1% para bonos), pero capaces de proporcionar esos 37.000 millones de euros al año útiles para apuntalar el hoy sacrificado welfare europeo.
Pero hete aquí que el gobernador del Banco de España, señor Linde, se declara “enemigo mortal” de la tasa, y así se lo notifica a la Asociación de Mercados Financieros (EL PAÍS, 26 de noviembre).
Asociación, de sospechar, desinteresada en el tema, mucho más que los millones de ciudadanos europeos que con la medida podrían ver mitigada su indigente situación.— Carlos M. Brú Purón. Notario exdiputado a las Cortes y al Parlamento Europeo.