Méritos y talento

Días atrás leía que hace 80 años la mujer tuvo acceso por primera vez al sufragio en España. La lucha insaciable de la diputada, abogada y escritora Clara Campoamor fue clave para que se reconociera a la mujer como un ser humano pleno de derechos. En aquel entonces, ni en Francia ni en Italia las mujeres podían votar. Fuimos pioneros en la consecución de algunos derechos universales.

Yo soy de la generación que ha podido ir a la universidad, votar, acceder a un trabajo remunerado, etcétera, teniendo por ello una escasa conciencia que detrás de cada uno de estos derechos hubo una mujer pública o anónima que arriesgó su vida.

En cambio, sí soy consciente que aún queda un largo camino por el que batallar en estos tiempos tan convulsos e inseguros. La lacra de la violencia de género y sexual, el desempleo, la ausencia femenina en las cúspides públicas y privadas... empañan nuestra sociedad.

Políticos y ciudadanos deberíamos actuar para encauzar una democracia diferente donde la sociedad civil tenga el protagonismo que le pertenece y donde los méritos y el talento sean el fruto de las oportunidades y los resultados.— Cristina Olivares Capilla.