Una apuesta global

En tiempos de clausuras de cabeceras de periódicos, emisoras de radio y de televisión, un país en expansión como Brasil registra la aparición de un nuevo medio de comunicación global e iberoamericano. Un medio digital desde su nacimiento y escrito en portugués, que ejerce de canal de comunicación en el ámbito de las culturas iberoamericanas. El acontecimiento desborda la dimensión de un mero lanzamiento empresarial, siendo eso importante por las circunstancias ya mencionadas; pero es la presidenta Dilma Rousseff la que ha destacado la relevancia que tiene esta iniciativa, dada la “calidad editorial y posicionamiento internacional” del diario.

Brasil es una potencia regional y global que aspira al lugar político y económico que le corresponde. Sus principales socios comerciales, como corresponde a su envergadura, son las dos primeras potencias, China y Estados Unidos. El interés de las empresas globales españolas y de las pymes ha convertido a Brasil en el primer destino de la inversión española. Comparte fronteras con todos los países de Sudamérica excepto con Ecuador y Chile. Desde todos ellos se le sigue con atención. En buena medida debido a ello, millones de brasileños estudian el español como primera lengua extranjera.

La presencia de un periódico con la vocación de EL PAÍS en la nación más poblada (201 millones de personas) de Iberoamérica enriquece la pluralidad informativa de la región y alienta el intercambio de ideas de esa gran comunidad histórica y cultural que conforman más de 500 millones de personas.

El diario, que consolida su vocación de medio global, abraza ahora el bilingüismo propio del espacio iberoamericano. Este periódico se ofrece con este proyecto como puente de intercambio cultural, con un tráfico de información de calidad a la altura de lo que demandan los ciudadanos de democracias consolidadas como la brasileña. Como destacó el príncipe Felipe de Borbón en su saludo por vídeo, “Iberoamérica gana una nueva voz compartida”.

Tras casi dos décadas de modernización, Brasil es hoy un motor económico, pero también una potencia política y cultural imprescindible. EL PAÍS quiere mostrar su compromiso y aportar su contribución a este dinamismo, como ya hace con su Edición América en toda la región.