Coca-Cola te ha escuchado
Por César Santamaría, de Oxfam Intermón
Coca-Cola nos pregunta en sus campañas de publicidad qué nos hace felices. A partir de hoy para más de 225.000 personas la siguiente lata de Coca-Cola que nos tomemos nos va a por lo menos a dar una sensación de satisfacción. Igualmente miles de campesinas y campesinos del mundo también podrán ser un poco más felices.
Es porque más de 200.000 consumidores y consumidoras han firmado en todo el mundo pidiendo a tres de las compañías más grandes de la industria agroalimentaria: Coca-Cola, PepsiCo y Associated British Foods que se asegurasen que el azúcar que compran no provoca acaparamiento de tierras.
Esta petición forma parte de la campaña Tras la Marca de Oxfam, que gira en torno a la enorme capacidad que tenemos todos como consumidores y consumidoras para cambiar las políticas y prácticas de estas grandes empresas. Este compromiso de Coca-Cola vuelve a poner de manifiesto que ninguna empresa es demasiado grande para no escuchar a sus clientes.
Nuestro activismo aún no termina. Mientras desde Oxfam vamos a vigilar atentamente a Coca-Cola para asegurarnos que cumplen con sus promesas, los ciudadanos y ciudadanas tenemos que ser conscientes de que las industrias del azúcar siguen guardando un amargo secreto.
La brasileña María Nazarete dos Santos, a la que conocemos simplemente como Nazaré, vivió en las islas durante toda su vida hasta que fue desalojada por la empresa Usina Trapiche (una compañía que proporciona el azúcar para la industria agroalimentaria, incluyendo Pepsi) en el estado de Pernambuco (Brasil). A mí se me ponen los pelos de punta al escuchar su testimonio: “Más de 30 personas que vivían en las islas siguen volviendo a pescar, pero sólo tres personas, incluyéndome a mí, trataron de volver a vivir allí. Trapiche quemó nuestras tiendas 3 o 4 veces. Perdí mis lonas y los colchones para dormir. Mi hermana estaba embarazada en uno de esos momentos de violencia y su tienda fue quemada. Ella sufrió un aborto y perdió el bebé. La empresa también quemó nuestras casas de madera", cuenta Nazaré.
Los acaparamientos de tierras de este tipo son el amargo secreto de las industrias del azúcar. Ahora que Coca-Cola, que vende más de 20.000 bebidas cada segundo en todo el mundo, se ha comprometido a asegurarse que el azúcar en sus productos no provoca acaparamiento de tierras, Pepsi y Associated British Foods no tienen ya ninguna excusa para ir a la zaga. Como cuenta el nuevo lema mundial de Pepsi #ahoraeselmomento. Ahora es el momento de aumentar la presión sobre Pepsi. Mostrar a Pepsi que los consumidores y los accionistas le demandan que se mantenga a la par con Coca-Cola y se comprometa con la tolerancia cero frente al acaparamiento de tierras.
Sólo tenemos que seguir firmando y difundiendo la petición. Yo por mi parte además de esa Coca-Cola feliz seguiré apostando también por una bebida refrescante y otros tantos productos que usan azúcar de comercio justo, la alternativa que me garantiza como consumidor que no existe un caso Nazaré detrás. Este es uno de los secretos de mi felicidad.
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