Barack Obama, al rescate
El presidente de EE UU ayuda a una mujer embarazada que se mareó mientras atendía su discurso sobre la reforma sanitaria
Como es habitual, detrás de un político dando un discurso siempre hay personas sonrientes asintiendo con la cabeza. Pero en este caso a Barack Obama eso casi le provoca un buen susto. Mientras el presidente de Estados Unidos estaba hablando sobre la reforma sanitaria –la que tantos dolores de cabeza le ha causado y cuyo rechazo por parte de los más conservadores provocó recientemente la parálisis de la Administración estadounidense- detrás una mujer empezaba a tambalearse.
Tras unos 20 minutos de discurso el pasado lunes en los jardines de la Casa Blanca, Karmel Allison, notablemente embarazada y con diabetes del tipo 1 (insulinodependiente), quien se encontraba justo detrás de Obama, se empezó a sentir indispuesta y, pálida, empezó a tambalearse, momento captado por las cámaras y también por el presidente, que no dudó en sostenerla para evitar una caída. "Estoy aquí, ya te tengo", unas palabras de Obama captadas por el micrófono del atril. “Esto es lo que pasa cuando hablo demasiado", bromeó. Rápidamente Allison fue apartada y atendida fuera de cámaras, y tras recuperarse no dudó en agradecer vía Twitter su gesto al sujetarla. "Estoy bien, solo he sufrido un pequeño mareo. Gracias @BarackObama por cogerme! Y algo bueno es que esta diabética está embarazada :)", dice su mensaje.
Allison, diagnosticada con diabetes a los nueve años y que está embarazada, fue invitada por la Casa Blanca para representar junto a otras personas a los estadounidenses que, como ella, no podían acceder a un seguro médico privado por padecer una enfermedad crónica, antes de la reforma sanitaria impulsada por el propio Obama.
Una reforma sanitaria que es su caballo de batalla, y que no ha dejado perder ante la facción más conservadora del Tea Party a pesar de que ello forzó la suspensión de la administración de Estados Unidos hasta que no se alcanzó un acuerdo el pasado 17 de octubre. Dos semanas estuvieron miles de funcionarios sin empleo mientras los políticos se lanzaban acusaciones ante la imposibilidad de alcanzar un acuerdo. Una situación que Obama aprovechó para visitar un restaurante de comida rápida, donde lanzó su discurso, en el que hacían un 10% de descuento a los funcionarios que durante esos días no vieron ni un dólar.
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