Suspiros de España

Se nos esfuma la esperanza con la rapidez con la que se le llena la boca al Gobierno hablando de hipotéticos brotes verdes o a la oposición hablando de la tétrica moción de censura con el fin de desviar la vista de su propia casa.

Nos prometieron un futuro brillante, incluso hablaron de nosotros como de la generación mejor formada de la historia de España; nos llenaron de esperanzas para luego rompernos esa gran bola en las narices. Íbamos a ser la rifa de las empresas y ahora nuestro mayor deseo es conseguir limpiar algún hotel londinense o lograr servir varias jarras de cerveza a los berlineses, eso sí, con carreras universitarias de por medio y aguantando alguna que otra burla malintencionada de los locales. Teníamos todo para triunfar y es duro darse cuenta de lo contrario. Los jóvenes ya no creemos en nada, por puro miedo a creer.— Alberto Briones Herranz.