Si bebes, no cruces la acera
La medida propuesta de someter a un peatón a control de alcoholemia, y aumentarle la multa si ha bebido, cuando ha cruzado fuera de un paso de peatones aunque no haya tenido como consecuencia un accidente, no puede tener otra finalidad que la recaudatoria y/o favorecer a las compañías de seguros de accidente. ¿Se pretende que nadie beba nunca o lo haga oculto en su casa?
En una ciudad como Granada, muchas de cuyas calles tienen unas aceras tan estrechas que no caben dos personas juntas, y a veces ni una, lo que obliga continuamente a bajar a la calzada, resulta brutal. ¿Va a apostarse la policía en el casco antiguo para multar al que baje de la acera con 1.000 euros si se ha tomado una copa? ¿Ha perdido el norte completamente este Gobierno o está inventando otra manera de exprimirnos? Los miles de ciudadanos que salen a divertirse en el casco antiguo de Granada, y los dueños de los locales de ocio, no verán con muy buenos ojos la medida, pero después de lo que han hecho ya nada puede asombrar.
Nuestros diputados, aunque sea por una vez, ¿impedirán esta barbaridad?— José Manuel Egea Martínez.
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