11 fotosEntre bastidores en el CervantesFue el mayor teatro de África con 1.400 butacas y ahora está en ruinas. El Estado español desembolsó hace siete años 300.000 euros para apuntalar parte del edificio y reforzar el forjado para evitar su derrumbe 18 ago 2013 - 11:26CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceManuel Peña y Esperanza Orellana promovieron la construcción de este teatro hace 100 años. Fue el más grande de África, tenía 1.400 butacas y por él pasaron los artistas más granados de la época. Hoy está en ruinas y se hubiera desplomado si no hubiera sido por una inversión del Estado Español para apuntalarlo.Carlos RosilloAl escenario del Cervantes se subieron el tenor Enrico Caruso, el barítono Tito Ruffo o la soprano Adelina Patti, y, más tarde, Estrellita Castro, Carmen Sevilla, Imperio Argentina, Antonio Machín, Manolo Caracol o Juanita Reina.Carlos RosilloEl público del teatro cuya cúpula mandaba en la cosmopolita Tánger de principios del siglo XX eran los 27.000 españoles que llegaron a residir en la ciudad.Carlos RosilloEncargaron su construcción, en 1911, al arquitecto Diego Giménez. Al deterioro del edificio han contribuido todos aquellos que durante estos años se llevaron algún recuerdo, un grifo, una cortina, un azulejo.Carlos RosilloEl teatro sigue lleno de detalles de la decoración que en su día embelleció el edificio. A la entrada aún se conservan las figuras de Sancho Panza y Don Quijote.Carlos RosilloA medida que transcurrieron los años desde su inauguración el teatro amplió sus actividades. Sirvió de cine y acabó acogiendo espectáculos de lucha libre con sus consiguientes apuestas.Carlos RosilloAunque es de propiedad española, el teatro estaba abierto a todos. Por eso desfilaron por el estrado artistas como la parisiense Cécile Sorel y egipcios.Carlos RosilloEl teatro murió a principios de la década de los sesenta, porque cada vez acogía menos representaciones. La última actividad fue, hace veinte años, una exposición fotográfica en un espacio ya decadente.Carlos RosilloApenas entra luz en las dependencias del teatro, casi todo está tapiado o sellado. En el vestíbulo, los baños, el despacho de billetes y unas cerámicas que representan a Don Quijote, sí gozan de una tenue luz del día.Carlos RosilloEl edificio pertenece al Estado español pero se lo alquila al Ayuntamiento de Tánger por un dírham simbólico al mes. Así seguirá porque ninguno de los dos dispone de los cinco millones de euros necesarios para rehabilitarlo.Carlos RosilloVarios colectivos, entre ellos Sostener lo que se cae, ha propuesto iniciativas para reabrir el teatro y darle un uso. Pero por ahora no hay ninguna alternativa que prospere.Carlos Rosillo