Esta semana se ha abierto oficialmente el segundo periodo de rebajasdel año. Tras las grandes rebajas de enero llegan las de consolación del verano para que aquellas personas que aún no hayamos comprado el bañador nos lo compremos a buen precio (nada de usar el del año pasado, que ya no está de moda). Llegan las rebajas y una vez más los carteles, los escaparates y los anuncios de televisión nos tratarán de convencer de que comprar es un chollo y que no saben aún por qué no has entrado a gastarte el dinero en esas maravillosas prendas que te ofrecen y que son toda una ganga.
Recuerdo aquellas aperturas del telediario, cuando aún existía Galerías Preciados, de gente abarrotada a la puerta del gran almacén para nada más abrirse las puertas avasallar, golpear, empujar, morder y correr más deprisa que el otro para conseguir ese abrigo, ese pareo de playa, esa camiseta rebajada un 50, un 35 por ciento y que cuando la consigues te hace más feliz. El gran éxito de las rebajas esta precisamente en esto: somos felices porque hemos conseguido lo que el otro o la otra no ha sido capaz de conseguir a este precio. Cacareamos cual gallina clueca, orgullosos de tener nuestra camiseta número cien a un precio realmente espectacular… ¡y de marca! Nos gusta pavonearnos delante de los demás porque somos los que hemos podido encontrar en rebajas esa pamela, esa falda con ese frufrú tan especial, ese bañador que nadie más ha sido capaz de encontrar a semejante precio. Nos crecemos, engordamos y nos alimentamos del placer que nos proporciona gastar por gastar sabiendo que gastamos inteligentemente porque lo hacemos en rebajas.
Han llegado las rebajas de Julio de 2013, un año de crisis, recortes, malestares, en el mejor momento que podrían llegar: justo el día que acaba la campaña del IRPF de Hacienda, que este año duele aún más si cabe pagar, dado lo que se va oyendo y lo que se va sabiendo sobre el uso de los dineros públicos. Así las cosas: si te sale a devolver, ¡gástatelo en rebajas, que es un dinerito con el que no contabas para darte un capricho!; si te sale a pagar ¡olvídalo en una tarde dentro del centro comercial, que ya se sabe que las penas con pan (en este caso con trapos) pasan mejor!
En el primer post que hacía en este blog hablaba del happy shopping que nos propone un centro comercial, del comprar sin remordimientos, inconscientemente y sobre todo sin arrepentimientos. Parece que esta época de rebajas esto se acentúa y todos enloquecemos, sucumbimos a la tentación y nos dejamos llevar río abajo por la corriente del consumismo sin freno. Tengamos cuidado y agarrémonos a las orillas, pongámonos los flotadores: leamos este blog, planifiquemos las compras, practiquemos el consumo consciente y sobre todo démonos cuenta de que el bañador del año pasado, que no está de moda este, probablemente lo esté el que viene. Y si no lo está no pasa nada. Estoy orgulloso de que mis bañadores duren más de una temporada, si se cuidan. Y reivindico mi derecho a no comprar en rebajas, a ser un tonto que no aprovecha los chollos, las gangas ni las engañifas con que centros comerciales, grandes almacenes y firmas de ropa nos reclaman y nos engatusan para que mientras estemos con ellas no pensemos en nada más. ¿Rebajas? No, gracias.
Comentarios
Pues me alegro de que tú te puedas permitir no comprar en rebajas, pero somos cada vez más los que no nos queda otra alternativa que aprovecharlas. Y no se trata de consumo innecesario, se trata de tener dificultades económicas, de saber lo que necesitas, de organizarte y de esperar a que lo vendan más barato. Lo que es frívolo es comprar una camisa en junio si sabes que un mes más tarde la puedes conseguir con un 30% de descuento. Si me sobrase dinero, yo también tiraría el dinero fuera del periodo de rebajas, sería chachipiruli y megaguay y no caería en esa ordinariez de las rebajas para pobres. El consumo responsable no tiene que ver con comprar o no en rebajas, tiene que ver con comprar lo necesario o lo superfluo. Un saludo.
No tiene ni pies ni cabeza.Bueno, si nos ponemos pasionales como las señoras petardas que tanto abundan en el mundo, sí, quizás es un «orgullo porque yo sí y tú no». En otros casos –la mayoría de nosotors, pobres mortales— es mucho más llano y mundano: «me he comprado algo que me gusta y además siento que el precio es muy adecuado».Porque algunos compramos barato (porque hay tiendas baratas), y de rebaja si es que resulta que hay. Y viajamos cuando es más barato y buscándonos la vida, en lugar de irnos de paquete vacacional al Caribe en agosto. Y compramos un coche en base al coste de mantenimiento y consumo, y no en base a que sea un BMW descapotable muy guay y vistoso.La vida es demasiado corta como para dejarse el dinero sin pensárselo dos veces. Salvo tener la suerte de tener una cuenta sin fondo; y es que hasta en los trabajos mejor pagados, siendo la "clase alta", nos rinde mucho curarnos en vicios absurdos.Porque el dinero se agota, y pasar un mes en Australia hará que mi corta vida merezca más la pena cuando tenga que mirar atrás, que el haberme pasado los fines de semana llenando el armario a unos exquisitos y altísimos precios. Y, porque el dinero bien gastado, es una llave a una cantidad de experiencias maravillosas.Y comprarse una chaqueta al doble de precio de lo que estará en tres meses no trae ningún tipo de experiencia maravillosa. Es más, ¿acaso la necesitas, aunque sea en rebajas?
Todo esto es palabrería, y de paso colar un LEAMOS ESTE BLOG para mayor autobombo. Pero para muchas personas comprar en Rebajas tiene una explicación mucho más sencilla:-Una camiseta que me gusta cuesta (durante casi todo el año) 30 euros.-La misma camiseta cuesta en Rebajas 15 euros.Me la trae floja a cuanto la paguen los demás y todo esa sarta de tonterías... Ah, y que conste que mi bañador tiene ya unos cuantos años. Y no por eso me compro otro, ya que éste está bien.
Lamento Jimmy que pienses que "todo esto es palabreria". No me parece que ese sea el tono adecuado para una critica consturctiva y me siento algo ofendido. Para mi es un tema importante., reconozco que en épocas de crisis comprar baratas las cosas necesarias es fundamental. Mi intencion era criticar y reflexionar sobre A) porque algunos nos volvemos locos comprando impulsivamente en rebajas B) Denunciar como el gran comercio aprovecha nuestras debilidades para hacernos vulnerables (mas) y hacernos picar. ¿como se entiende que, siendo cumplidor con la ley que no deja vender por debajo del precio de coste, hoy se venda a 15 los que antes costaba 30? ¿eramos idiotas antes? C) reflexionar sobre nuestra dualidad productor de dia ( que exige buenas condiciones laborales, salarios dignos...) y consumidor de noche ( que busca chollos y buenos precios a costa de salarios bajos y malas condiciones de trabajo) si no fuer así ¿como podriamos comprar camisetas en el H&M o el C&A a solo 1'99€? ¿donde se han hehcio?
Se nota que usted se puede permitir comprar fuera de rebajas y que además le parece banal este periodo. Un consumo consciente sí pasa por comprar en rebajas. Y no se trata de adquirir chollos para 'fardar' ante otros, si no para ahorrar dinero y ajustarse al presupuesto que cada uno tiene. El perfil que usted describe aquí de gente que se vuelve loca y compra por comprar no refleja todos los perfiles de la gente que sí utilizamos este periodo para ser coherentes con nuestra realidad económica.
es una pena que la gente que comenta no vea más allá de la crítica a las rebajas... ignoran lo que se esconde detrás de la ropa que compramos en ellas: las jornadas de 14 horas diarias 7 días a la semana, los sueldos de miseria, las condiciones de insalubridad, la explotación infantil, la contaminación del agua.... (echadle un vistazo a http://www.ropalimpia.org/es/ ) Eso que llamas, ángel, consumo consciente, solamente por mirar tu bolsillo no se convierte en consumo responsable!!!! colaboramos con el a la injusticia, y tiene razón el autor de este blog, al transmitir que adquirimos bienes de consumo para convertirnos nosotros y nosotras mismas en productos consumibles, para competir en el mercado.... es tristísimo porque nuestras identidades se acaban haciendo dependientes de estas adquisiciones, las cuales de degradan terriblemente rápido debido a la obsolescencia programada (quedan anticuadas), y nuestras identidades con ellas.
Gracias Natalia....las rebajas son solo la punta de un iceberg que nos hace vivir como vivimos y en cierto modo, cerrando el circulo, son a la vez causa y consecuencia. Las necesitamos ( como dice Angel) pero a la vez es por ellas y sus ideologos por lo que estamos así. Y Angel, mi sitruacion economica, si bien de privilegio por vivir en el hemisferio Norte parte de la derecha (occidente), y por lo tanto comer caliente tres veces al día etc....no es especialmente boyante. Pero puedo priorizar y comprarme menos ropa con una cierta garabntica de calidad social en su fabricacion a cambio de otras renuncias. Leeté el libro " vivir mejor con menos" de Toni Lodeiro y lo entenderás.......
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