La injusta ley de permanencia
Llevo 18 años afiliada a Sanitas, cuyos servicios médicos apenas he utilizado y solo para trastornos leves, propios de mi avanzada edad. Actualmente cobro una pensión de 373,53 euros, ascendiendo la cuota mensual de Sanitas a 172,81 euros. Esta situación económica precaria la conocen en la asesoría jurídica y en el departamento de bajas de dicha entidad, lo que no obsta para que sigan insistiendo en que debo someterme a la servidumbre de la cláusula de permanencia, pagando todo 2013 si pretendo solicitar la baja.
Hay que derogar esta injusta ley de permanencia o, al menos, incluir excepciones cuando no se dispone de medios para afrontar tal dispendio.— María del Pilar Delhom Ríos.
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