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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Miga a miga nació el pan

Pobreza, vagabundos, gente de la calle, desamparados que pueden comer gratis... En esto piensa la gente cuando preguntas “¿Qué entiendes por comedor social?” Pues yo tengo una idea diferente: lugar en el que personas individuales o familias pueden ir a desayunar, comer o cenar aportando la compensación económica que les sea posible según sus circunstancias. La semana pasada me acerqué a uno de ellos, y la experiencia fue increíble. Desencajó todos mis esquemas, me abrió los ojos en este clima negativo en el que nos encontramos y me hizo creer que España puede ver la luz. Que el cambio debe empezar por la sociedad, por un giro de mentalidad.

Las asistencias a estos comedores sociales se están triplicando y lo mejor de ello es que las ayudas también. Los barceloneses contamos ya con al menos un comedor en cada distrito, sumando un total de 17, y los planes de futuro es que sigan creciendo para el próximo año. Pues bien, ahora ya no hay excusa. Uno de cada cuatro niños españoles se encuentra en situación de pobreza y sin embargo en los comedores sociales los más concurrentes son las personas de tercera edad.

Tengo la oportunidad de trasladar la verdadera realidad a toda la población. Quiero hacer un llamamiento a todas las personas, amigos, familiares; estudiantes, trabajadores o parados; solteros, parejas, madres solteras, padres, ya sean jóvenes o ancianos. Es verdad que hay crisis, pero es una crisis tanto económica como de valores. Nos hemos sentido engañados muchas veces y nuestro nivel de confianza es cada vez menor, pero aunque cueste creerlo, las ayudas existen.

Hay muchas personas que desean ayudar sin esperar nada a cambio, bueno, en realidad sí que quieren algo, y esa es su propia satisfacción interior. Siempre se ha dicho que tras una crisis viene el cambio. Hay parte de la sociedad que se está convirtiendo en un círculo de ayuda humanitaria, donde cada uno aporta su pequeña miga de pan, que si se uniesen a todas las demás, formarían la gran pieza. Ahora es el momento de que cada uno decidamos dónde queremos llegar, qué queremos hacer, qué queremos aportar. Ahora es más que nunca un momento de cambio.— Patricia Domingo Alguacil.

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