El cantaor que nació con un balafón entre las manos
"No puedo olvidar España ni de coña, me ha hecho lo que soy". Lo dice Sidy Samb (Louga, Senegal, 1973) desde una calle de Dakar que reverbera, bajo "un solazo que no te puedes imaginar", a mediados de este mes de mayo. Lleva siete años en su país, tras pasar más de dos décadas fuera, y sabe lo que dice. Y cómo lo dice también: con un acento andaluz perfecto que salpimenta con expresiones del sur. Del sur de España, por supuesto. No en vano, afirma, zumbón, que pasó en el país "más años que la Giralda".
Sidy Samb finiquita estos días, en Senegal, su último disco y va a ofrecer su primer directo en España con él la semana que viene, en el marco del concierto África Vive, una fiesta de música africana en la que compartirá escenario con Alpha Blondy. Ambos actúan en la sala La Riviera, de Madrid, el 24 de mayo, celebrando además el Día de África. El rey del reggae marfileño presenta su último disco, Mystic Power. Sidy Samb ofrece los temas de Sunu ("nuestro" en wolof), un viaje por África que ha ocupado sus dos últimos años de vida.
"Sunu es un viaje por África en el que, en cada rincón al que voy, pillo el ritmo, el lenguaje. Con instrumentos tradicionales, como el balafón, la kora o el ngomi y con instrumentos modernos, como el teclado. Para hacerlo fui a Mali, la República de Guinea, la República Democrática del Congo y Costa de Marfil y aprendí la onda que llevaban allí, con otros músicos y con instrumentos de allí. Utilizo el wolof, el lingala, el bambara, el pular, el diula. La idea es que suene natural. El toque final, la melodía, lo pongo yo aquí", explica por teléfono. Ya ha compactado a la banda y los temas fogueándose en su tierra y afirma que van a reventar La Riviera. "Vamos a hierro, vamos quemando", promete con ese deje entre sevillano y malagueño que se ha tostado a fuego lento pero no ha desaparecido en África occidental.
Sidy Samb fue cofundador de Mártires del Compás y es miembro de una familia griot. Hijo de la diva Daro Mbaye, la cantante más famosa de su país, vino a España para participar en la Expo’92 y se quedó más de veinte años. Grabó sus tres primeros discos con Mártires del Compas y colaboró en las grabaciones de artistas como Ana Belén y Víctor Manuel, Kiko Veneno, Chano Lobato, O’Funkillo, Rare folk, Pedro Sierra, Pechuguita, Mantequita Colorá,… Tocó con Raimundo Amador en su gira Un okupa dentro de tu corazón. Regresó a África con el disco Ascanwi, al que siguieron Morena, Gnun Gnep Thilen y Women, en el que refleja su preocupación por la igualdad entre hombres y mujeres.
Sigue amarrado a España por los recuerdos y las relaciones: por los Mártires, Raimundo, Kiko. "No puedo cortar mi vínculo, tengo en España a amigos del alma y sigo teniendo contacto profesional y personal", dice, antes de afirmar que siendo africano, le enorgullece celebrar el día de su continente tocando y cantando. "Es que África vive", apunta antes de pedir el apoyo del planeta para su continente. Para él, el peor problema de los africanos son los presidentes y las clases dirigentes que se ocupan sólo de lo suyo y no se preocupan de lo que tienen que preocuparse. "África es un continente al que hay que apoyar", sentencia.
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