Patas Arriba. La Escuela Del Mundo Al Revés

Esther Mato Méndez, orientadora del Instituto, nos relata que, desde entonces -y ya han pasado algunos años-, cada curso escolar ponen en marcha proyectos de trabajo que buscan el desarrollo de comportamientos y actitudes valiosas, como la educación para la paz y el medio ambiente, la educación para la salud y el consumo responsable, la igualdad y la educación afectivo-sexual, la educación vial, la educación para el ejercicio responsable de la ciudadanía...

En nuestro centro -nos relata Esther Mato-, de acuerdo con el lugar destacado que otorgamos a estas temáticas, reservamos en el horario del profesorado un tiempo para llevar a cabo reuniones semanales de planificación, coordinación, desarrollo y evaluación. Pretendemos trabajar de la mejor forma posible estos contenidos y para ello los incorporamos a las actividades de acción tutorial desplegadas por los docentes. 

Acordamos, por ejemplo, que cada alumno y cada alumna de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) dispusiera de una Libreta de Tutoría, que le acompañaría desde 1º hasta 4º curso, recogiendo todas las actividades realizadas en este ámbito curricular. Al finalizar la educación obligatoria el alumnado se llevaría un pequeño texto personal con los contenidos y actividades realizadas de educación en valores.

En este contexto de ideas y de organización del centro, el curso pasado presentamos uno de nuestros proyectos de trabajo a la convocatoria de la IV Edición del Premio Vicente Ferrer  (Agencia Española de Cooperación y Desarrollo [AECID] y Ministerio de Educación, Cultura y Deporte); elegimos "Tutorías para el desarrollo y RETALES DEL MUNDO". Nuestra visión de la educación se correspondía con la 'razón de ser' del premio: "desarrollar el espíritu crítico y fomentar la participación activa del alumnado en la consecución de una ciudadanía global, solidaria, comprometida con la erradicación de la pobreza y sus causas y el desarrollo humano sostenible".

"... la aceptación de la injusticia como normalidad cotidiana. Nos han acostumbrado al desprecio de la vida y a la prohibición de recordar. Los medios de comunicación y los centros de educación no suelen contribuir mucho, que digamos, a la integración de la realidad y su memoria. [...] La cultura de consumo, cultura del desvínculo, nos adiestra para creer que las cosas ocurren porque sí".

Deseábamos contradecir estas palabras de Galeano, con nuestra práctica docente y para ese empeño pusimos en marcha este proyecto...

• Pretendíamos potenciar el desarrollo del pensamiento crítico. Nuestros estudiantes debían tomar decisiones que ayudaran a cambiar el mundo; debían transformarse en ciudadanos y ciudadanas responsables.

• Pusimos en práctica distintas estrategias de análisis y constatación de la manipulación informativa, haciendo visible el poder alienador de la sociedad de consumo. Nuestros estudiantes pueden y deben entender que la riqueza está concentrada, que esta organización social es la respuesta a grandes conflictos de intereses y que se necesita adoptar medidas para erradicar la pobreza.

Decidimos tratar la diversidad cultural existente en las aulas, apoyar el trato igualitario entre culturas, y combatir la idea de que una cultura es superior a otra. RETALES DEL MUNDO fue la apuesta pedagógica innovadora que se proponía investigar, en cada curso escolar, uno de los países de procedencia de nuestro alumnado extranjero. En el 2011-12 la investigación se centró en la República Dominicana. En tercero de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), leímos 'El tiempo de las mariposas' de Julia Álvarez (autora de origen dominicano que novela el asesinato de las hermanas Mirabal) y un alumno dominicano se responsabilizó, ante el resto de los grupos, de hacer visible esa historia con una exposición oral.

De esta manera, las familias de los estudiantes del primer curso de la ESO participaron del valor y el sentido de la acogida, puestos en práctica en muchos hogares de Redondela con niños y niñas saharauis. También tuvimos la ocasión de realizar un Estudio de Campo sobre el Río Fondón, conocer las inquietudes del biólogo y activista ecológico David Brown y reflexionar sobre la huella ecológica que va dejando el consumo de todos.

En el segundo curso de la ESO, trabajamos la desigualad sanitaria, entre el Norte y el Sur, asociada a insuficiencias y desequilibrios en alimentos básicos. Adoptamos, además, el eslogan de 'Clases Sen Fume' y Aurora, abuela de una alumna del centro, estuvo una tarde con nosotros compartiendo su experiencia de vida, muy marcada por las circunstancias que rodean la drogadicción. Propusimos al Ayuntamiento de Redondela mejorar su página web en lo referente a la información de las posibilidades de ocio saludable que ofrece su entorno. Organizamos una 'Master Class' de Baile y participamos en la difusión de la cultura gallega con una actuación teatral que incorporaba actividades de cante y baile. De hecho realizamos un 'lipdub' titulada 'EU FALAREI'. Aquí os dejamos el vídeo del 'Making-off' ¡¡¡no dejéis de verlo!!!

En tercer curso de la ESO trabajamos la igualdad; hicimos carteles y puntos de encuentro y debate, para preparar el 8 de marzo (Día Internacional de la Mujer), y organizamos talleres de educación afectivo-sexual, en colaboración con el 'Centro Quérote de Vigo'. Debatimos sobre los riesgos de Internet, la medicina verde, el concepto de moda sostenible y la diferencia entre la 'comida basura' y 'comer basura'...

En cuarto curso, nos planteamos el análisis de algunos tópicos sobre la prostitución y el rol que, en todo el mundo, se le asigna como 'parías sociales'. Charlamos con la 'Asociación Faraxa', analizamos críticamentenoticias de prensa sobre prostitución, abordamos la cuestión de la abolición de la prostitución...

Tuvimos la suerte, después de trabajar sobre 'Patas arriba. La escuela del mundo al revés', que Eduardo Galeano nos firmara una dedicatoria al IES 'Chapela', en la presentación de su nuevo libro 'Los hijos de los días' (Orense 13 de junio de 2012). Tanto para los estudiantes, como para el profesorado ésta fue una de las mayores compensaciones. Comprobamos, como dice Galeano, que gracias al "derecho del delirio" podemos "clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible".