Otra imagen para el cáncer
El gesto de Angelina Jolie de someterse a una doble mastectomía preventiva tiene un gran valor simbólico
Hay gestos aparentemente banales que tienen un gran valor. Sobre el cáncer de mama se han llenado innumerables espacios en los medios de comunicación que han dado cuenta de la mayor o menor mortalidad femenina que acarrea —depende del tipo de gen que se porte—, de los constantes avances científicos que se han hecho para afrontar la enfermedad y de las múltiples acciones de solidaridad puestas en marcha. Hace solo un par de semanas se registraron carreras populares de mujeres contra el cáncer de mama; solo en Madrid, por ejemplo, la prueba reunió a 23.000 corredoras, lo que pasó casi inadvertido.
Sin embargo, el paso adelante de una sola mujer ha sido capaz de lanzar un potente mensaje global sobre la importancia de la prevención y el rechazo a la estigmatización que hasta hace poco significaba esta dolencia. Esa mujer se llama Angelina Jolie y el gesto ha sido contar su decisión de someterse de manera preventiva a una doble mastectomía (la extirpación de ambas glándulas mamarias) y la eliminación de los ovarios.
Angelina Jolie, que ha relatado su caso en un artículo en The New York Times, es muy consciente del valor de la imagen de una sex symbol como ella. Hace tiempo que la aporta a acciones humanitarias. Sabe, como saben también las ONG, que es más fácil que los medios hagan un hueco a una actriz reconocida que a todas las acciones solidarias que puedan realizar cada día miles de voluntarios anónimos y esforzados. En este caso, el cuerpo de Angelina Jolie se ha prestado a una causa que parece diseñada a su medida, pues en la mastectomía hay también una a veces insuperable sensación de pérdida de feminidad provocada por la amputación sufrida.
Gracias al gesto de Angelina Jolie, muchas mujeres podrán reconocerse en una imagen mucho más amable y positiva, lo que siempre será un consuelo. Pero habrá también millones de personas que sentirán algo parecido a la gratitud por el simple hecho de que los medios echen mano de su estampa en vez de ilustrar este tipo de asuntos con la antiestética foto clínica de una mamografía, una prueba que tanto incomoda a las mujeres que la sufren.
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