¿Nadie hace caso al planeta?
Las últimas cifras del contenido de CO2 de la atmósfera son la prueba más certera de que a ningún político le importa ya, si es que alguna vez le ha importado, el futuro de nuestro planeta.
Parece que no aprendemos. Es absolutamente lamentable. Empresas que por pura rentabilidad optan por métodos altamente contaminantes, políticos que no les ponen freno, Estados que siguen manteniendo industrias obsoletas y ciudadanos que no quieren dar dos pasitos más para reciclar una botella de vidrio son los principales responsables de que vayamos de cabeza al desastre.
No cuesta nada, de verdad. Es mínimo el sacrificio que cada uno debe hacer para preservar el medio ambiente. ¿Tan difícil es? ¿Tan engreídos y egoístas somos que preferimos el bienestar del momento a una comodidad futura? ¿Por qué no pensamos un poco más a largo plazo y transformamos el futuro con la responsabilidad del presente? Aún estamos a tiempo de hacerlo.— Roberto Herranz Martín.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.