Documentos ininteligibles

Resulta inconcebible que una persona firme algo que no entiende. Pues bien, aquí en España lo hacemos todos los días siempre que contratamos un producto financiero. No nos queda otra opción, dado que estos documentos siempre son completamente ininteligibles. Apostaría a que ni siquiera las personas que los ofertan serían capaces de explicarlos en su totalidad. Ese oscurantismo les interesa, pues así nos cuelan innumerables condiciones. Por eso, el Gobierno debe poner coto a ese tipo de prácticas y aprobar por una vez medidas que protejan a la ciudadanía. Es decir, ya es hora de que pongan freno a los abusos de ciertos sectores económicos con los que los partidos políticos tienen lazos demasiado fraternales. ¿Cómo se podría mejorar la calidad de estos documentos? Simplemente, habría que dejar actuar al Banco de España, institución que ha de encargarse de prohibir ese tipo de engendros lingüísticos.

Por otra parte, si las empresas comienzan a ofrecer contratos escritos de forma clara obtendrán una ventaja competitiva sobre sus rivales. En Reino Unido existe una institución que certifica documentos con el sello Plain English a instituciones públicas y empresas que elaboran textos en un inglés inteligible. En España deberíamos seguir ese ejemplo y crear una institución con ese fin.— Alberto Avezuela Rodríguez.