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Blogs / Cultura
Del tirador a la ciudad
Coordinado por Anatxu Zabalbeascoa

Esconder la cabeza: cubiertas vegetales

Anatxu Zabalbeascoa

FOTO: Lluis Sans 

Hay edificios que permiten que les mesemos el pelo. Son inmuebles que buscan que su quinta fachada, la de la azotea, continúe visual o espacialmente el entorno.

Los arquitectos Patricio Martínez y Maximiá Torruella (PM,MT arquitectos) saben de cubiertas vegetales. Las han propuesto en múltiples proyectos y las han empleado en el Centro de Salud de Palaudaries, en Lliçá d’Amunt (Barcelona) y en este otro dispensario de Santa Agnés de Malanyanes, en La Roca del Vallés (también en Barcelona). Lo primero que explican es que no es fácil convencer a los clientes que “no quieren ni oír hablar de un mantenimiento adicional de la cubierta”. La clave del éxito es, sin embargo, que no existe ese mantenimiento adicional.

“Las cubiertas vegetales que hemos instalado no tienen coste añadido ni precisan cuidados especiales” señala Patricio Martínez. En el Centro de Salud de Santa Agnés la cubierta vegetal se instaló así: “Antes de hacer la excavación del terreno para realizar la cimentación, marcamos la huella que tenía el edificio, que suele coincidir con la dimensión de la cubierta, y excavamos en sus primeros 40 cm de profundidad”. Cuenta este arquitecto que, en esa capa se encuentra toda la materia orgánica del suelo y que ese suelo se amontonó en una zona libre del solar. Se cuidó descuidándola dejando que la lluvia la mojara como quien riega una gran maceta. Una vez acabada la obra se preparó la cubierta para recibir el acabado vegetal y, “en lugar de traer sédums o especies nuevas, utilizamos esa tierra como relleno de los 40cn de la cubierta, sin añadir ni tierra ni abono ni ningún tipo de vegetación o semillas y, lo mas importante, sin riego”. Para Martínez, el secreto está en que esa tierra ya contiene en su interior la materia orgánica y la vegetación autóctona del lugar, “por lo tanto solo hay que dejar que la naturaleza trabaje”.

El arquitecto aclara que este no es aún un sistema para impacientes: una vez implantada la capa de suelo tarda unos meses en reaparecer lo que allí ya existía. Así, si había margaritas, como en el caso de este centro de salud, se obtiene una cubierta de margaritas. Cuando se seque el parque también lo hará la cubierta y no crecerá en ella mas vegetación que la aclimatada al lugar, que puede subsistir con el régimen de lluvia local. Eso hace que la cubierta sea un reflejo del parque que tenía delante y que tampoco precisaba mantenimiento. 

Comentarios

Además de este tipo de cubiertas, son muy interesantes los trabajos sobre jardines verticales, una alternativa genial para espacios pequeños
Quinta fachada? Usted lo ha dicho : no salimos de la jodidisima "Modernidad"...
Muy interesante...
Hola me gustaria saber como,la obra se preparó la cubierta para recibir el acabado vegetal, creo que es importante al ser una cubierta y no el suelo.

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