Malvinas: petróleo
El 19 de abril, en la contratapa de EL PAÍS, Almuerzo con… aparece una entrevista a Roger Edwards bajo el título El petróleo de las Malvinas es el futuro de nuestros hijos. Viaja estos días por Europa para explicar el resultado del referéndum del pasado marzo en el que sus habitantes decidieron seguir siendo británicos.
El mismo día, en adncultura, suplemento del diario La Nación de Buenos Aires, Emilio Cárdenas, quien fuera embajador de la Argentina ante Naciones Unidas, comenta el libro Island of shame, de David Vine. Se trata de una investigación académica, nos dice el Dr. Cárdenas, en la que el autor “… describe precisa y detalladamente las distintas tropelías cometidas por los británicos para ‘limpiar’ de gente a Diego García…”. Los ilois, abandonados, quedaron sumidos en la miseria más cruel. El desalojo tuvo por finalidad entregar la isla a los norteamericanos para instalar una enorme base militar. Desde allí, por ejemplo, se operó en Irak y Afganistán.
Contrariamente, para los ocupantes de Malvinas su vocero agita el principio de autodeterminación. La doble moral y el cinismo tienen aquí un objetivo confesado: petróleo y pesca.
Quienes viven en las Malvinas serán británicos, pero la tierra y la plataforma continental bajo la tierra de las islas, es argentina.— Ana María Agüero.
