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Pantoja se enfrenta a su destino judicial

La cantante recibe este martes la sentencia por el caso de blanqueo derivado de Malaya

Fernando J. Pérez
Isabel Pantoja acude a declarar el 29 de junio de 2013.
Isabel Pantoja acude a declarar el 29 de junio de 2013.Jorge Zapata

Es una causa como muchas de las que llegan cada día a los juzgados españoles, pero para la prensa rosa es, sin duda, la sentencia del milenio. Isabel Pantoja conocerá este martes a partir de las 10.15 el fallo del juicio por blanqueo de capitales por el que se sentó en el banquillo junto a su expareja y antiguo alcalde de Marbella (Málaga), Julián Muñoz, y la anterior esposa de este, Mayte Zaldívar entre el 28 de junio de 2012 y el pasado 29 de enero. Después de 27 sesiones de vista oral y dos meses y medio de deliberación, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Málaga, tiene lista una sentencia que será leída y analizada con avidez en los platós y en el papel cuché.

El tribunal, presidido por el magistrado Federico Morales, es uno de los pocos que todavía mantiene la costumbre de citar a los procesados para leerles los fallos en vista pública. Ya lo hizo el pasado marzo de 2011, cuando dejó casi en una raspa de boquerón el caso Ballena Blanca, otro gran juicio de blanqueo de capitales, en el que absolvió a 14 de los 19 procesados. Hoy, la expectación será máxima.

La fiscalía de Málaga reclama para la cantante tres años y medio de prisión en esta causa derivada del caso Malaya, la gran trama de corrupción en Marbella. Considera el ministerio público que Pantoja ayudó a Julián Muñoz a introducir en el circuito legal 3,6 millones de euros que el exregidor marbellí había obtenido como fruto de sobornos de promotores con intereses en la localidad. Este dinero llegó supuestamente a manos de Muñoz en las famosas “bolsas de basura” que denunció en televisión la despechada Mayte Zaldívar cuando se conoció la relación que su esposo mantenía con la folclórica.

Durante la vista oral ninguna de las partes consiguió imponer claramente sus tesis ante el tribunal. La fiscal María del Mar López Herrero argumentó que tanto el célebre apartamento del hotel Guadalpín como el chalé Mi Gitana fueron abonados por fondos de Julián Muñoz ingresados en las sociedades de la cantante. También sostuvo que las explotaciones ganaderas de Pantoja fueron pagadas por el exalcalde con fondos de “origen desconocido”.

En el juicio, Pantoja negó la mayor: más que como una mantenida, se presentó como una benefactora de Muñoz: “Él nunca me dio dinero era yo quien le daba a él, era yo quien le mantenía, era yo quien le daba trabajo, era yo quien le pagaba su sueldo”, manifestó en su declaración, celebrada el 23 de octubre.

Un detalle aparentemente sin importancia puede decantar la sentencia: la fecha de inicio de la relación entre el Muñoz y Pantoja. La cantante ha tratado en todo momento de ubicar esta en junio de 2003. De este modo, trata de desvincular a Muñoz de la compra, en marzo del mismo año, del apartamento 105 del Hotel Guadalpín. El inmueble costó 353.695 euros. Sin embargo, en las cuentas de la sociedad de Isabel Pantoja Franbel Artis solo había 15 euros y de las cuentas personales de la cantante tampoco salió el dinero para el pago del inmueble. La defensa ha sostenido durante el juicio que la cantante abonó el apartamento en metálico con sus propios fondos.

Lo mismo sucede con el famoso chalé Mi Gitana, en la urbanización marbellí La Pera. Adquirido en abril de 2004 por 3,3 millones de euros, tras el ingreso en prisión de Julián Muñoz en 2007, las cuotas de la hipoteca quedaron impagadas. El tribunal tendrá que decidir qué pesa más, si esta evidencia o el hecho de que la persona que le prestó el dinero para abonar el IVA del inmueble declarara en el juicio que Pantoja le está devolviendo mes a mes los 236.000 euros.

Durante la vista oral, la defensa de Pantoja, muy coincidente con la de Muñoz, buscó numerosos testigos favorables a las tesis de la artista. Teresa Pollo, colaboradora de la cantante desde hace cuatro décadas, se responsabilizó en persona del ingreso en las cuentas de la sociedad de Pantoja de 41.000 euros en fracciones de menos de 3.000 euros, de forma que el banco no tuviera que dar aviso a las autoridades. Esta práctica se denomina en la jerga antiblanqueo pitufeo o smurfing.

Por su parte, la representante de Pantoja, María Navarro, dio fe en el juicio de la gran capacidad de la cantante para generar ingresos. Navarro afirmó que la cantante cobraba entre 60.000 y 80.000 euros por recital y que Julián Muñoz “nunca” ingresó dinero en las cuentas de Pantoja.

No fueron esos los únicos testimonios favorables para la cantante. Respecto a sus negocios ganaderos, el tratante de reses bravas Joaquín Núñez del Cuvillo aseguró que no llegó a recibir dinero alguno por parte ni de Pantoja ni de Julián Muñoz como pago de 56 toros y vacas. Esta operación, valorada en 60.000 euros, estaba siendo investigada por la Fiscalía, que llegó a mostrar un documento firmado por Muñoz en la que se confirmaba el pago. “Eso sería la intención que tendrían, pero a mí no me dieron nada”, insistió el tratante.

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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