Sobre el alcalde de Ponferrada

Samuel Folgueral, novísimo alcalde de Ponferrada: debería dimitir no solo como militante del PSOE, sino también como alcalde. No debería cegarse en ocupar ese poder que tanto anhela y rectificar. Es joven y, sin duda, en ocasión más propicia y digna accederá a él con todos los pronunciamientos a favor y sin nada que reprocharse. ¿No se da cuenta de que el lastre del pacto con el que va a gobernar Ponferrada le está convirtiendo ya en criatura política del partido del acosador sexual más famoso de la localidad?

Porque sabe que además de ser alcalde debe parecerlo, tiene que rectificar. Si él y sus concejales no rectifican, van a consumar uno de los golpes políticos más repugnantes —y esto es lo peor— contra la dignidad de la lucha de las mujeres españolas que nunca se ha dado en nuestra democracia. En fin, yo le recomiendo vivamente el artículo Acosadores e idiotas de J.J. Millás en este mismo periódico (10-3-2013); y si lo ha leído, que lo relea hasta rectificar.— Gaspar García Fernández. Madrid.

En los últimos días se está hablando mucho del Ayuntamiento de Ponferrada. De cómo puede ser que un partido se apoye en un alcalde acosador para derrocar al otro y de la inmoralidad de ello. Pero lo cierto es que nadie habla de lo que es verdaderamente grave del asunto: ¿Cómo puede ser que los habitantes de Ponferrada le hayan dado 5 escaños de 27 a alguien condenado por acoso?

Señor director, estoy harto de los ciudadanos que se quejan de los políticos pero les siguen dando su voto. En las últimas elecciones se presentaron más de 20 partidos políticos. Pues bien, PP y PSOE se llevaron más del 70% de los votos. Y vale que algunos dirán que el PP les engañó, pero... ¿en Ponferrada también les engañaron? ¿El 20% de la gente de Ponferrada no vio la televisión para saber que ese señor es un delincuente condenado? Tenemos los políticos que votamos. Y cuando no nos gustan, en España por algún extraño motivo les seguimos votando.— Guillermo Ferrer Sánchez de Movellán. Castilleja de la Cuesta, Sevilla.