Alessandro Mendini diseña para su nieto

 A sus 82 años, Alessandro Mendini tiene la suerte de poder elegir sus trabajos. Seguramente por eso, cuando empieza uno llega hasta el final. Con esta lámpara Amuleto le explica a su nieto en qué consistirá el diseño del futuro. Y da respuesta a la esquiva forma de las luminarias en tiempos de bombillas casi invisibles (LED).

Para producir esta lámpara Mendini ha ideado no solo el diseño de la pieza, también la marca, la web, el showroom de la empresa y, en suma, una identidad que arrope su producto. El arquitecto italiano no es un viejo guerrero, es un tipo tranquilo que se atrevió a decir que con colores la vida era más divertida cuando, entre hombres arquitectos, eso era un atrevimiento. Hoy, al final de sus días, sigue disfrutando a la vez de los riesgos y de las cosas bien hechas.

También de las metáforas. Por eso explica que los tres círculos de esta luminaria evocan la tríada mayor: el sol, la luna y la tierra. El primer círculo es la base de la lámpara. El del centro, su unión y el más elevado, la pantalla, una corona donde se encuentran los LEDs. El arquitecto ideó la lámpara para que su nieto pudiera estudiar ayudado (no molestado) por la luz. Pensó en su futuro y eligió como atributos ahorro y reducción formal. La fantasía la dejó, esta vez, para inventarle un mito a la nueva empresa productora. El mito lo encontró en Egipto.

La marca Ramun se le ocurrió pensando en una divinidad. Amon-Ra, rey del sol para los egipcios tradicionalmente dibujado como un ojo. El símbolo del ojo hoy está en todas parte. Ha perdido su referencia inicial y se ha convertido en un talismán en la portada de discos o en un tatuaje veraniego de quita y pon. Esa popularidad le gustó a Mendini y su estudio, Atelier Mendini ,hizo con él el logo de la nueva empresa

Sin cables, la lámpara admite cualquier posición y, al no calentarse, permite que cualquiera (incluso los niños) puedan tocar la pantalla para alterar la dirección del foto (o halo) de luz. Como herencia para su nieto, Mendini asegura que la lámpara Amuleto no contiene materiales que puedan dañar la salud. Ha sido puesta a prueba por el departamento de oftalmología de diversas universidades para comprobar que no daña los ojos en ningún momento de la vida. Y, además, tiene un dimmer que reduce la iluminación y permite que también sirva de luz nocturna para un recién nacido. La misma pieza sirve así para evitar el miedo en la cuna, para estudiar de niño y para trabajar de adulto. Una lámpara luminosa que consume poca energía, contenida, pero lúdica y coloreada es el mensaje/herencia