Grace Amey-Obeng y el peligro de blanquearse la piel
Cartel en las calles de Dakar de una crema blanqueadora milagrosa que generó mucha polémica y anticampañas.
Grace Amey-Obeng (Costa de Marfil, 1957) se dedica a realzar la belleza negra. Lo hace en un entorno que quizás no sea el más favorable: se estima que, a día de hoy, una de cada tres mujeres sudafricanas y 50 de entre cien burkinesas se aclara la piel y el blanqueamiento dermatológico es un problema de salud pública en muchos sitios de África.
Para comprender mejor el valor del trabajo de Grace, es necesario ser consciente de que las inyecciones para "iluminar" la piel negra están a la orden del día en los salones de belleza africanos más sofisticados y los productos químicos que aclaran la piel se venden en locutorios, mercados y peluquerías de todo el planeta. El aprecio a las pieles claras es patente entre las élites africanas: desde los tiempos de Léopold Sedar Senghor (ex presidente de Senegal) parece que desposarse con una mujer blanca da más caché a una jefatura de gobierno y hay primeras damas africanas que palidecen a ojos vistas. Por si eso fuera poco, algunas estrellas de Hollywood y el espectáculo internacional que podrían servir de referentes para la población negra también ceden a la tentación de blanquear sus pieles e incluso pasar por el quirófano para occidentalizar sus rasgos.
Éste es el contexto en el que se mueve Grace Amey-Obeng, quien combate desde hace años el blanqueamiento de la piel negra y promueve, a través de una escuela de belleza y una línea de tratamientos y productos propia, la exaltación de la belleza africana. "He recibido una respuesta muy positiva desde todas las esferas", apunta por correo electrónico desde Ghana. "Desde los años ochenta, la dimensión de la belleza se medía solamente en términos de cabello, pedicura y manicura. Había una prevalencia del blanqueamiento, hasta tal punto que la gente moría de cáncer de piel. El mensaje de 'abrazar' nuestro maquillaje genético como africanos fue bien aceptado y acogido por todos".
Grace aprendió el oficio con su madre, que trabajaba en la formación de otras mujeres en moda y peluquería. Ya siendo niña se interesó por el mundo de la belleza y conoció la base del oficio y sus trucos mientras la ayudaba. Posteriormente se formó profesionalmente en Croydon y otras firmas del sector, tanto en África como en Europa. Ya han pasado 25 años desde el momento en que abrió su propia empresa, FC, con un capital de apenas 100 dólares. Comenzó por una tienda minorista de cosmética y acabó creando un imperio para la belleza, con clínicas, fábricas para todo tipo de productos y un instituto de belleza, el primero con terapias de Ghana, además homologado a nivel internacional. En el año 2007 decidió extender su lucha al terreno de las ONG con una fundación que lleva su nombre y que intenta mejorar la calidad de vida de los niños prostituidos y vulnerables formándoles para que se ganen la vida en lo que ella mejor conoce: terapias de belleza, cosméticos, moda.
"Diría que el término éxito en mi caso es relativo" -comenta- "Especialmente porque uno tiene que luchar para mantener el negocio en África, pero me siento feliz porque he ayudado a la gente a tener confianza en su color de piel y ayudar a la gente siempre es satisfactorio".
Grace explica que recupera las pieles destrozadas por el blanqueamiento a través de un proceso denominado revisión de piel. "Es mas fácil restaurarlas cuando sólo está dañada la epidermis, cuando las capas más profundas están afectadas es mucho más difícil", señala, antes de extenderse con datos más técnicos. La revisión de piel implica trabajo desde el nivel celular con técnicas, enzimas naturales, electricidad y productos que imitan la capacidad de la química natural de la piel, se identifican con ella, reparan y restauran el nivel de lípidos. El tratamiento mantiene la piel saludable y es constante, dependiendo del nivel de daño.
Grace opina que la batalla contra el blanqueamiento de la piel no tiene fin y que necesita sensibilización y educación continuas y una implicación activa de las autoridades. La información sobre los efectos negativos de la práctica y sobre alternativas razonables que no destrocen la salud sería una de las partes de este trabajo, pero "además, hay que "demoler" la construcción psicológica de la gente según la que la piel más clara es más atractiva y ayudarles a aceptar su maquillaje genético", concluye.
Más información sobre el tema:
Au Sénégal, blanchir sa peau pour suivre la mode
Femme noire : blanchir sa peau pour mieux séduire ?
Sobre prejuicios raciales y el mundo en blanco:
La ‘reina africana’ se tiñe de negro
Y para maquillar la piel negra, aquí un tutorial de la página citada Ñuul Kukk
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