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África No es un paísÁfrica No es un país
Coordinado por Lola Huete Machado

Africa desencadenada

Ángeles Jurado

Las élites africanas pueden clasificarse en dos grupos: los guepardos y los hipopótamos. O eso afirma el doctor George Ayittey (Ghana, 1945), economista, profesor y director de la Free Africa Foundation. “Los guepardos son parte de una nueva generación, enfadada y joven, de profesionales y licenciados que pueden analizar las cuestiones africanas desde una perspectiva totalmente nueva”, explica.

"Dinámicos, intelectualmente ágiles y pragmáticos, también están perpetuamente insatisfechos, pero probablemente son la última esperanza del continente. No se regodean en el legado de la trata, el colonialismo occidental, el imperialismo, el Banco Mundial o un sistema económico injusto. El paradigma colonialista-imperialista está obsoleto para ellos, muerto. No tienen estómago para la política de la era colonial. De hecho, ni siquiera habían nacido en aquella época. Por tanto, no buscan excusas para los fallos del gobierno en esos términos. Ni se quejan de una ayuda humanitaria inadecuada y piden más”.

Frente a los guepardos se sitúan los hipopótamos, líderes de la era de los sesenta del siglo pasado y con una mentalidad que toma prestados rasgos de estos animales: pesada, entrada en carnes, lenta. En el imaginario de Ayittey, los hipopótamos se sientan en sus oficinas con aire acondicionado, cómodos en su creencia de que el estado puede solucionar todos los problemas de África. “[Para los hipopótamos] Todo lo que el estado necesita es más poder y más ayuda externa” –precisa- “Y defenderán ferozmente su territorio, que es lo que les asegura la riqueza. No les importa si el país se derrumba a su alrededor, están contentos si su charca es segura”. El economista ghanés también reprocha a los hipopótamos que siempre tengan a mano la excusa del colonialismo-imperialismo para explicar sus errores.

Ayittey se sitúa del lado de los guepardos, frente a los lentos y peligrosos hipopótamos. “Donde los hipopótamos ven problemas, los guepardos ven oportunidades de negocio” –apunta- “No les importa ensuciarse las manos. Saben que se puede hacer dinero solucionando los problemas de los pobres y no hay nada inmoral en ello. De hecho, es así como los países ricos se hacen ricos: creando un producto o servicio que cubre las necesidades o soluciona los problemas de la gente”.

Ayittey se licenció en Economía en Legon, la universidad de su país, y amplió estudios en las universidades de Western Ontario y Manitoba. Ha impartido clases en varias universidades norteamericanas y ha publicado títulos tan sugerentes como Africa unchained (África desencadenada) o Africa betrayed (África traicionada). Intelectual de verbo exuberante, fuertes creencias liberales y ánimo comunicativo, es una figura bien conocida en las redes sociales, a las que aporta su visión sobre la política y la economía del continente africano y donde debate continuamente con otros gurús del pensamiento africano, como Calestous Juma. No deja sin contestar ninguna pregunta y le apasiona la observación de la naturaleza humana y de los procesos históricos que atraviesa África. Accede a responder a un cuestionario por correo electrónico desde Estados Unidos, donde vive desde hace años.

A Ayittey le obsesionan la clara incapacidad y la corrupción de muchos líderes africanos, que se encarga de poner de relieve y fustigar públicamente en cuanto tiene ocasión. “La culpa de la mala gobernanza debe situarse a los pies de los líderes o dictadores africanos” –afirma con rotundidad- “Después de las independencias, no desmantelaron las estructuras coloniales explotadoras y autoritarias. En vez de eso, las reforzaron y salieron al extranjero y copiaron todo tipo de sistemas ajenos y parafernalia que imponer a su gente. Por ejemplo, el sistema del partido único, presidente-vitalicio, socialismo y marxismo se copiaron del extranjero y se trasplantaron en el continente africano. África rebosa los pútridos esqueletos de sistemas fallidos importados”.

El profesor Ayittey razona que África es capaz de crecer un 12 % o más anualmente gracias a su riqueza en recursos minerales, sus grandes extensiones de tierra cultivable y una población relativamente pequeña (cerca de un billón). Pero la mala gobernanza y las dictaduras han limitado la tasa de crecimiento a cerca de un 5 % al año. “Si se resta una tasa de crecimiento de la población del 3 %, se traduce a un diminuto 2 % de crecimiento de los ingresos per cápita, una cifra claramente insuficiente para sacar a millones de africanos de la pobreza” –concluye- “Se necesita, al menos, un 8 % de tasa de crecimiento de los ingresos per cápita para hacer mella en la pobreza o el desempleo del continente”.

Admite que hay historias de éxito en África: Benín, Botsuana, Mauricio, Ghana, Ruanda, Sudáfrica, Uganda, etc. Pero son pocas y, sobre todo, en países pequeños que no tienen el poder locomotor para empujar al resto de África fuera de su miasma económica. “Son los países grandes como República Democrática del Congo, Sudán, Nigeria o Etiopía los que no lo están haciendo bien y hunden al resto del continente”, observa.

“El Fondo Monetario Internacional informó de que las economías del continente crecieron, el año pasado, una media de un 5.3 %” –dice el profesor Ayittey- “Esa media significa que algunos países –como Angola, Ghana o Nigeria- crecen rápidamente, alcanzando tasas impresionantes de crecimiento económico. La tasa de crecimiento de Angola en 2010 fue casi del 18 %, entre las mayores del mundo. Ghana registró un 14.2 % y Nigeria un 9 % en el mismo año. Por supuesto que hay otros países como República Democrática del Congo, República Centroafricana, Chad, Sudán o Somalia que no van tan bien. Incluso así, una tasa de crecimiento media del 5.3 % es una mejora considerable frente a lo que África había conseguido en las décadas anteriores, cuando el crecimiento se estancaba. Por eso haymucha gente hablando del brillante futuro de África”.

Sin embargo, el profesor ghanés también hace un llamamiento a la cautela frente al optimismo de otros expertos.

Ayittey recuerda que el crecimiento económico incrementa el producto interior bruto directamente pero que el desarrollo económico es un concepto bastante más amplio y se refiere también a la mejora en las condiciones de vida de las personas más pobres. Para el economista africano, hay colegas que muestran una fuerte tendencia a igualar el ingreso per cápita con las condiciones de vida generales de la población, algo que –en su opinión- no es adecuado.

“Bastantes países africanos –como Angola y Nigeria- han experimentado “crecimiento sin desarrollo” –señala- “El año pasado, Angola alcanzó la tasa de crecimiento más rápida del mundo con el 17.9 %. Pero el 60 % de los angoleños viven en la pobreza, con menos de un dólar al día. Además, el desempleo juvenil está creciendo rápidamente en África, al igual que la desigualdad social, lo que alimenta el descontento y las protestas sociales”.

George Ayittey prefiere resaltar aspectos positivos y luces en el cuadro de la realidad económica africana, pero es realista. Sabe que un reparto desigual de la riqueza, la corrupción gubernamental, el desempleo galopante entre los más jóvenes y la profundización de la brecha entre ricos y pobres puede precipitar el colapso de países con buenas perspectivas económicas y una apariencia estable.

Por eso termina la entrevista con una advertencia: “Recuerde que fue un joven desempleado, Mohamed Boauzizi, quien provocó la Primavera Árabe”.

Comentarios

Una vez dominada la península y nuestras colonias en Sudamérica, España declara la guerra a Canada para proteger a nuestros aliados ingleses.En clave interna, el partido comunista lucha por no perder su posición hegemónica. Tu país necesita tu ayuda en un nuevo juego de estrategia militar, economía y política online. Registrate gratis en [ http://cut07.tk/b5M ] desde tu navegador.
..★★EL ARTE DE GANAR DINERO INVIRTIENDO 0.00€ (Seguir esos 3 pasos). http://su.pr/33HIdX
Un economista de ultraderecha y neoliberal a ultranza ese señor George Ayittey. El típico lamebotas de los dictadores amparados por EEUU y el FMI, como Kagame (Ruanda), Museveni (Uganda), el dictador de Benin, etc.Además, Atyittey es sumamente tendencioso en su análisis, porque minimiza casos de éxito en donde la economía es semicentralizada (como Etiopía) y alaba los supuestos "éxitos" de dictaduras com,o la de Kagame en Ruanda, un país que ha crecido gracias al saqueo constante de su vecino el Congo.
Vivo desde hace años en África y los que más perjudican a la gente son los guepardos... mucho más que los hipopótamos. Es la clase de 4 "emprendedores" fomentada desde todos los ámbitos occidentales que ha esquilmado el continente y ahora viven muy bien con su dinero en Europa o en paraísos fiscales. Me parece vergonzoso que a estas alturas de la película pongáis en este blog un artículo que se centre solamente en hablar del crecimiento del PIB como solución a los problemas de África. No sólo es falto de miras sino perversamente interesado. Pongamos cómo modelo Guinea Ecuatorial, otro de esos países con un IPB interesante.... El peor colonialismo es el que llega camuflado de buenas intenciones y vestido de colores.África no es un país, pero pretender arreglarlo con las políticas economicistas liberales y occidentales que tanto mal le han hecho, es muy irresponsable. Así no....me estaba gustando este blog pero este artículo hace que me de reparo recomendarlo.
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Un economista de ultraderecha y neoliberal a ultranza ese señor George Ayittey. El típico lamebotas de los dictadores amparados por EEUU y el FMI, como Kagame (Ruanda), Museveni (Uganda), el dictador de Benin, etc.Además, Atyittey es sumamente tendencioso en su análisis, porque minimiza casos de éxito en donde la economía es semicentralizada (como Etiopía) y alaba los supuestos "éxitos" de dictaduras com,o la de Kagame en Ruanda, un país que ha crecido gracias al saqueo constante de su vecino el Congo.
Vivo desde hace años en África y los que más perjudican a la gente son los guepardos... mucho más que los hipopótamos. Es la clase de 4 "emprendedores" fomentada desde todos los ámbitos occidentales que ha esquilmado el continente y ahora viven muy bien con su dinero en Europa o en paraísos fiscales. Me parece vergonzoso que a estas alturas de la película pongáis en este blog un artículo que se centre solamente en hablar del crecimiento del PIB como solución a los problemas de África. No sólo es falto de miras sino perversamente interesado. Pongamos cómo modelo Guinea Ecuatorial, otro de esos países con un IPB interesante.... El peor colonialismo es el que llega camuflado de buenas intenciones y vestido de colores.África no es un país, pero pretender arreglarlo con las políticas economicistas liberales y occidentales que tanto mal le han hecho, es muy irresponsable. Así no....me estaba gustando este blog pero este artículo hace que me de reparo recomendarlo.

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Sobre la firma

Ángeles Jurado
Escritora y periodista, parte del equipo de comunicación de Casa África. Coordinadora de 'Doce relatos urbanos', traduce autores africanos (cuentos de Nii Ayikwei Parkes y Edwige Dro y la novela Camarada Papá, de Armand Gauz, con Pedro Suárez) y prologa novelas de autoras africanas (Amanecía, de Fatou Keita, y Nubes de lluvia, de Bessie Head).

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