Alerta máxima
Para indirectas, la de Beatriz de Holanda a Juan Carlos I. Que hay que dejar paso a los jóvenes. Y que abdicar no es un concesionario de coches, que dicen en Twitter. Yo que el Soberano tomaba nota
Tengo un globo que exploto. Y no hablo de mi retención de líquidos, sólidos y gaseosos, no sé qué hace Danone pagándole un pastón a Carmen Machi de chica Activia pudiendo ficharnos a mí y a mi mondongo a mitad de precio. Me refiero a otras retenciones más hinchapelotas. ¿Pues no va Montoro y me arrea un estacazo del 21% por un bolo del que ni me acuerdo? No sé qué del valor añadido, dice el sobre de la Agencia Tributaria. Valor es lo que hace falta para seguir de ministro de Hacienda mientras el extesorero de tu partido blanquea 11 de sus 22 millones en Suiza gracias a la amnistía fiscal que has firmado de tu puño y letra, Cristóbal. Con los poderosos ya se sabe: hecha la ley, hecha la trampa. O viceversa.
Quiere una volver a su coto rosa y la actualidad no le deja. Ya me dirás si perorar sobre sangre azul y alfombras rojas con el país sumido en este marronazo no es tener el plasma de horchata. A no ser que te llames Mariano Rajoy, seas el presidente del partido y del Gobierno, salga que has defraudado lo tuyo, y te declares tan pancho. Eso es un hombre tranquilo y no John Wayne ni John Ford ni John Lennon. Ya puede tener Bárcenas al Ejecutivo acorralado con los sobres en negro, que aquí no pasa nada. Mira a Cospedal, sobrecogida, declararse más indignada que los del 15-M y apuntarse a las transparencias aunque, francamente, yo no la veo. Ni a ella, ni a ellos. Todo lo más, con un forro debajo para que no se les vean las vergüenzas. Menos mal que, enfrente, Rubalcaba y compañía están al quite. Porque, por ahora, no hay elecciones, que si no el vuelco está cantado, presumen, soñar es libre.
Si La Moncloa está en vilo, La Zarzuela está en ascuas. No se habían repuesto de los correos del Duque Empalmado —qué fino, Iñaki, si te oye Julita Cuquerella te manda lavarte la boca con lejía— cuando el juez Torres llama como imputado a Revenga, secretario de las Infantas, el mismísimo 23-F. Que digo yo que aquí van a imputar a todos menos a una. Y no soy quién para señalar: no abro ni los extractos del banco, no sea que muerdan. Pero que Cristina no se percatara del pastizal que entraba en casa por los chanchullos del marido me suena a lo de Isabel Pantoja con Julián Muñoz, lo de Carlos Mulas con Irene Zoe Etcétera, y a lo de Rajoy con Bárcenas. En según qué relaciones, con los ingresos extra pasa como con los cuernos: el interesado es el último en enterarse y, si compensa, hace la vista gorda.
Ahora que, para indirectas, la que le tiró Beatriz de Holanda a Juan Carlos I. Que al envejecer se pierde fortaleza. Que hay que dejar paso a los jóvenes. Que seguir es de irresponsables, declaró Su Majestad Orange. Y que abdicar no es un concesionario de coches, que dicen en Twitter. Vale que las comparaciones son odiosas, y los paralelismos, eso: para lelos, pero yo que el Soberano tomaba nota, no sea que este 23-F sea peor que el de Tejero. En fin, que entre políticos y coronados, estamos en Alerta Máxima. Y lo pongo en mayúsculas porque es lo mínimo que merece Ídem Zorreguieta, ese pedazo de porteña inminente Reina de los Países Bajos por la gracia de su suegra. Yo que Letizia iba cogiendo peso, institucional y del otro, o se la come Maxi con queso gouda.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.