Una bicicleta de bambú
Bicicleta premiada en la BID12
Un socorrido proverbio chino alaba la resistencia del junco, capaz de soportar grandes ráfagas de viento gracias a su flexibilidad, por encima de la de un árbol más sólido que ofrece mayor superficie para ser tumbada por el mismo viento. El bambú comparte esos atributos, sin embargo, por encima de su legendaria ligereza, la empresa mexicana Bamboocycles valoró su capacidad para absorber impactos y el hecho de que sus plantaciones se reforesten rápidamente sin necesitar la protección de pesticidas y produciendo un 30% más de oxígeno que la misma superficie de un bosque de árboles. Con todos esos argumentos la firma decidió lanzar al mercado bicicletas de bambú.
El diseñador Diego Alberto Cárdenas Landeros es el responsable del diseño de estas bicicletas que incluyen, en todas sus versiones, un cuadro de bambú. Este material, que ellos califican de “hierba de acero”, tiende una mano entre la industria y la artesanía ya que precisa de cuidados manuales para la elección del tallo apropiado o el tallado del mismo antes de ajustarlo con el resto de los componentes que forman la bicicleta.
Insisten en esa firma en que las Bamboocycles son vehículos urbanos pensados para pasear, no para hacer acrobacias, un tipo de transporte que celebra el movimiento más que la velocidad. Tal vez por eso, uno de sus valores es que el bambú permite personalizar los productos, singularizarlos. Así, al igual que cada tallo, cada bicicleta es también única. Por eso, a partir de esa divergencia, el diseñador optó por ahondar en la diferencia con un sistema de complementos a la carta que permite producir bicicletas finales similares, sutilmente diferenciadas y completamente personalizadas a partir de las preferencias o necesidades del usuario.
Está claro que las bicicletas Bamboocycles ofrecen otro material para circular sobre dos ruedas. Pero lo mejor del diseño es que apenas se anuncia. Tiene más que ver con el peso y el tacto que con las formas. Requiere algo más que los cuidados de una bicicleta normal, porque aunque el bambú es sumamente flexible y difícil de romper, es necesario hidratarlo cada cierto tiempo para mantenerlo flexible y, por lo tanto, fuerte. Como el junco.
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