El amor y la lujuria de Armstrong
Nunca la reconoció en vida pero una cartas revelan que la estrella del jazz tuvo una hija que se llama Sharon
Nunca la reconoció en vida. Al menos públicamente. Han tenido que pasar más de 40 años desde la muerte de Louis Armstrong, el padre del jazz, para que el nombre de su única hija biológica salga a la luz junto con las palabras de amor que le escribió en privado la leyenda musical. Se llama Sharon y su nacimiento, en 1954, fue fruto de la ilícita amistad que forjaron fuera del matrimonio Lucille Sweets Preston y Louis Armstrong. Un amor nunca reconocido en vida pero ahora documentado y a la venta en la próxima subasta de la casa Profiles in History. En total, la casa de subastas californiana vende 13 cartas y postales del maestro del jazz dirigidas a Sharon y a Lucille, casada con el artista de vaudeville Luther Slim Preston y amigo de Armstrong.
Las cartas, cinco de ellas manuscritas y otras cuatro mecanografiadas pero firmadas de puño y letra, ofrecen una detallada visión de esta relación desde 1946 hasta 1968. Armstrong era amigo de la familia Preston hasta la muerte de Slim en 1950. Poco después el trompetista y Lucille llevaron su relación más lejos y en 1954 nacía Sharon, el único descendiente natural de la leyenda musical. La relación duró hasta la muerte de Armstrong, en 1971, aunque su esposa, también llamada Lucille, nunca admitió públicamente la existencia de Sharon.
Las cartas, a la venta entre el 15 y el 16 de diciembre, son mucho más explicitas. Están llenas de humor, ternura y picardía, llevadas por la pasión, el deseo, la lujuria o, simplemente, el amor de un amante y padre a “mamá Sweets y a la bebé Sharon, los cariños que quiero”, como aparece firmada una foto también parte del mismo lote. Los tesoros personales de Armstrong a la venta incluyen además una grabación hecha en Berlín el 28 de mayo de 1959 y donde canta Uncle Satchmo's Lullabay. Un lote nunca antes a la venta y que procede de la propia Sharon del que se espera alcance un precio entre los 60.000 y los 80.000 dólares.
Las cartas de Armstrong forman parte de una subasta que bajo el título de “Drama, acción, romance. La subasta de Hollywood” saca a la venta algunos de los mayores tesoros de la industria del espectáculo a lo largo de su historia. Fiel a su título, la subasta incluye elementos dramáticos como la mesa en la que Briam Stocker escribió Drácula. El autor murió en 1912 pero su despacho ha sobrevivido hasta la fecha gracias a su amigo J.S.R.Philips al que legó el mueble. La pieza se cotiza entre los 45.000 y los 61.000 euros.
La acción llega de la mano de la trilogía de El señor de los anillos y el arco utilizado por Legolas (Orlando Bloom) en esta saga. Lothlorien, el arco, le fue regalado por la reina Galadriel (Cate Blanchett) en una ceremonia que figura en la versión extendida de la trilogía fílmica basada en los libros de J.R.R.Tolkien que rodó Peter Jackson en Nueva Zelanda. Con una altura de 1,82 metros, se espera que el arco salga a la venta por un precio de 60.000 a 100.000 euros.
Y qué mejor ejemplo para el romance que la venta del vestido rojo que lució Rose (Kate Winslet) en Titanic, la cinta romántica más taquillera de la historia del cine. El traje, diseñado por Deborah L. Scott, que consiguió la estatuilla gracias a este trabajo, puede ser suyo si dispone de unos entre los 150.000 y los 200.000 euros.
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