Sanidad madrileña: socorro

No es posible examinar aquí el “Plan de medidas de garantía de sostenibilidad del sistema sanitario público de la Comunidad de Madrid” que el consejero de Sanidad remitió a los trabajadores del Sistema. Comento, como muestra de la endeblez conceptual del plan, algunos de sus párrafos.

1. Hay que “diseñar estratégicamente nuestros recursos humanos”, nuestro mayor capital, dice. Pero ese diseño tiene por fin despedir a interinos y contratados (formados a cargo del sistema) que irán al paro, emigrarán o recurrirán a los hospitales concertados y privados cobrando sueldos ridículos y, muchos, obligados a darse de alta como autónomos.

2. Es preciso “corresponsabilizar a todos los que trabajan en el Sistema” en el desarrollo del plan, dice también. Pero el Gobierno autónomo de Madrid carece de autoridad moral para solicitar esa corresponsabilidad: hace pocos años, desdeñó los avisos de no pocos profesionales y comprometió durante largo plazo buena parte de su presupuesto en la construcción de siete hospitales PIF o PPP por motivos electorales. Siete hospitales, innecesarios, no planificados y mal concebidos que ahora ahogan el sistema. Solo por “comprar” votos.

3. Y por último, algo que el plan silencia. En esta apretura con violentos recortes la consejería sigue pagando unos incentivos financieros a la producción de trasplantes, seguramente varios millones de euros al año. Incentivos que originan injustas desigualdades laborales, desacreditan internacionalmente la asistencia española y en estos momentos son causa de muy grave inequidad: mientras se aumenta con estos extras ilícitos el sueldo de algunos, se rebaja el de todos los demás y se despide a muchos.

Así es el espíritu del plan que el Gobierno autónomo ha impuesto como un hecho consumado, sin preguntar, ni siquiera oír, a nadie. O sea, muy democráticamente.— José Fereres Castiel. Especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública.