Exiliados españoles
Varios párrafos del artículo-entrevista de Javier Valenzuela a Amin Maalouf del 23 de octubre me han hecho pensar. Uno de ellos: No sabía que en su momento propuso a los moriscos expulsados de España para el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia. Y me he dicho, si de concordia se trata ¿por qué no también a los judíos sefardíes, que corrieron igual suerte? Y aún más... España lleva siglos produciendo exiliados; cuántas veces nos hemos expulsado los unos a los otros por motivos ideológicos en la mayor extensión del término (religión, política, conocimiento, etc.). Y lo seguimos haciendo; los exiliados de la guerra civil no han sido los últimos, después lo han sufrido los españoles saharauis o los huidos por la amenaza terrorista. Entonces, ¿por qué no conceder ese premio a los incontables exiliados españoles? Lo propongo desde aquí. Quizá, mejor que palabras regias o principescas, sería un buen símbolo para evitar nuevos y futuros destierros en estos tiempos de crecimiento del sectarismo.— Juan Carlos Gómez Soro.
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