El Bundestag escucha al 15-M

Una delegación de la Comisión de Trabajo y Asuntos Sociales del Bundestag (la cámara baja del Parlamento alemán) se reunió ayer en Madrid con miembros de Democracia Real Ya y otros colectivos vinculados al 15-M. Se da así la paradoja de que quienes han protagonizado amplias movilizaciones en contra de los recortes y exigen reformas políticas radicales han sido tomados en cierta consideración por un parlamento extranjero, mientras el español les ha ignorado. La iniciativa del Bundestag no deja a su equivalente, el Congreso de los Diputados español, en muy buen lugar.

La delegación ha querido conocer de primera mano los motivos por los que protestan los indignados españoles, como colofón de un periplo de encuentros en los que también han recabado la versión de diputados, empresarios y diversas organizaciones sociales. Los colectivos del 15-M les han entregado un amplio informe en el que explican sus principales reivindicaciones, desde la dación en pago para solventar los casos de desahucio, a la propuesta de un nuevo modelo energético.

La insólita petición de entrevista de los diputados alemanes ha creado algunas contradicciones en el seno del propio movimiento. Una parte del colectivo era partidaria de no acudir al encuentro con los representantes del pueblo alemán. Si, como repiten con frecuencia, los políticos y parlamentarios españoles no los representan, tampoco los representan los alemanes. ¿Acaso no son ellos también responsables de lo que ocurre en España?

En términos formales, ciertamente que no, pero la realidad es que buena parte de las políticas que afligen a los españoles y contra las que se ha movilizado el 15-M están pilotadas con mano de hierro por la canciller Angela Merkel. Por eso tuvieron interés en explicar a la delegación alemana lo explosiva que es la situación en España y lo rápidamente que se deterioran sus expectativas de futuro. Entre otras cosas, les han asegurado los colectivos del 15-M, porque las políticas que recortan servicios públicos, como la educación o la sanidad, y que han sumido al país en un círculo vicioso de recesión y paro, están destinadas a que bancos alemanes recuperen su dinero.