El envase natural

 ¿Pulverizar el limón es cuestión de diseño? Alberto Arza y Joan Rojeski creen que sí, aunque hayan empleado mucho ingenio para idear un exprimidor que permite pulverizar el zumo directamente desde los cítricos, convirtiendo la propia fruta en un envase natural para un producto semi-industrial. Lo han llamado Citrus Spray y la empresa Lékué lo ha producido. La idea de trabajar con una intervención mínima en productos naturales fue una petición de Papila, una plataforma de investigación sobre el diseño aplicado al mundo de la alimentación.

 Y Arza y Rojeski estuvieron de acuerdo: no hay mejor envase que el natural. Así, su propuesta fue almacenar el zumo de limones, pomelos y limas donde mejor está, en su propia cáscara. Eso evita perder vitaminas y que el jugo se oxide. Pero además, pulverizado, está claro que el zumo sale sin pepitas. También que evita que los dedos se ensucien. Un aro de silicona fija la inserción del exprimidor en el cítrico para que éste no se mueva. El resto es sencillo: la pulpa y las pepitas se quedan dentro. Y las manos, limpias. En dos versiones, una larga para las naranjas, los pomelos y los limones, y una más corta para limas y mandarinas, el artilugio puede lavarse en el lavavajillas. En rigor, no se trata de un diseño estrictamente necesario, por supuesto, pero sí de una pequeña gran idea que contribuye a mejorar, milímetro a milímetro, la vida del consumidor.