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África No es un paísÁfrica No es un país
Coordinado por Lola Huete Machado

Carlos Macuácua: el primer buzo negro

A Carlos Macuácua siempre le gustó nadar y así lo hacía en Maunza, una pequeña localidad de la provincia de Inhambane de donde procede, cada vez que podía. Incluso cuando trabajaba en un hotel, los ratos libres se bajaba a la playa a practicar. Fue allí donde, en 2001, le vio un inglés y le preguntó si quería aprender a bucear. Nunca se le había ocurrido hacer una cosa así. En su país solo los blancos practicaban ese deporte: había escuelas de buceo, venían turistas a bucear, pero tanto los instructores como los deportistas eran todos blancos. Carlos aprovechó la oportunidad e hizo un curso de open water, el más básico de todos. Él nunca habría podido pagarse algo así, fue un regalo del inglés dueño de la escuela de buceo. Ahí empezó la aventura del primer buzo negro de Mozambique.

Carlos Macuácua buceando.

En un primer momento, la experiencia fue solo algo divertido pero que no llegó a más. Por unos años Carlos abandonó el buceo porque tenía que trabajar y no veía que ese deporte pudiera proporcionarle dinero. Sin embargo, en 2005 se dio cuenta de que el mercado empezaba a crecer y cada vez llegaba más gente a Mozambique a bucear. Así que volvió a retomar la actividad. Pero necesitaba especializarse más si quería vivir de ella.

El problema era que no podía pagarse los cursos de buceo. Busco la forma de conseguir su sueño y fue así como logró que una escuela le contratase y que en vez de un salario recibiera los cursos que necesitaba. El dueño, un sudafricano, veía como trabajaba y como atendía a los clientes pero le costaba entender que un mozambiqueño pudiera ser instructor de buceo, nunca había buceado con un negro y le era muy difícil aceptar que una persona que no era blanca pudiera asumir un trabajo de tanto riesgo. Sin embargo, después de 6 meses empezó a darse cuenta de que Carlos era una persona normal que podía hacer el trabajo y comenzó a darle un poco de dinero (un cuarto de lo que pagaba a los trabajadores blancos). Fue así como Carlos vio que un día podría vivir de su afición.

El siguiente problema llegó cuando Carlos tuvo que registrarse para conseguir la licencia de buceo. La escuela demoró en enviar los papeles necesarios a Inglaterra, porque, a pesar de que Carlos tuviera todos los cursos, todavía les costaba aceptar que un mozambiqueño asumiese responsabilidades.

Este punto también se resolvió, con mucha paciencia, y Carlos comenzó a trabajar como ayudante de instructor de buceo en el centro Tofo Scuba. Pronto, los turistas y alumnos que acudían allí, empezaron a conocerle y querían bucear con él, incluso hacían reservas pidiendo que él estuviera en el grupo. Esto incrementó en número de visitantes y el negocio. Otras escuelas también vieron lo positivo de tener buceadores locales y le pidieron que entrenase a algunos. Pero para poder llevar a cabo esa misión necesitaba el curso de instructor, algo muy caro (3.000 dólares) y muy lejos de sus posibilidades.

Fue entonces cuando conoció a la organización Ocean Revolution que le dio la posibilidad de hacer el curso de instructor y trabajar con ellos. Este grupo apoya proyectos en comunidades locales, facilitando fondos y transferencia de conocimientos, y creando redes capaces de influir en la política local, regional y global referente a la conservación de los recursos marinos.

Tras este cúmulo de casualidades favorecidas por el esfuerzo y buen hacer de Carlos Macuácua, su vida cambió.

Fue entonces cuando decidió crear la asociación Bitonga Divers que agrupa a todos los buzos mozambiqueños y que trabaja, activamente, con Ocean Revolution en la sensibilización sobre la preservación del medio marino.

Carlos el día que, junto a otros amigos, vino a desperdirme al aeropuerto de Maputo. Foto Chema Caballero

Me cuenta, mientras tomamos un café, que Mozambique tiene muchas costas y recursos marinos pero que la mayoría de los mozambiqueños no los conocen, para eso hay que entrar en el mar y verlos. Se queja de que los medios de comunicación nacionales nunca promocionan toda esta riqueza, sin embargo, los extranjeros no paran de alabarla. Igualmente, le indigna que lleguen científicos de todo el mundo a estudiar las aguas y los recursos de su país y este nunca se beneficie de esos estudios.

Bitonga Divers se formó, no solo para agrupar a los profesionales mozambiqueños (10 en la actualidad más 3 que están en Sudáfrica examinándose para ser insturctores) y entrenar a nuevos, sino también para organizar seminarios con las comunidades locales y enseñarles a conocer la riqueza que tienen a su alcance. Se trata de pequeñas aldeas, bastante aisladas, que viven de los recursos marinos y quieren enseñarles a ser conscientes de la necesidad de preservar el medio ambiente.

Carlos pasa los días, junto a sus colegas, viajando por aldeas remotas organizando seminarios y reuniones donde muestra documentales de la vida marina para concienciar a sus habitantes sobre la necesidad de cuidar del entorno para asegurar la supervivencia de todos.

Uno de los sueños de Bitonga Drivers es el de formar su propia escuela de buceo para que los alumnos puedan completar todos los cursos en Mozambique, así no tendrían que ir a Sudáfrica y los precios se abaratarían.

En 2010, Carlos presentó el documental “Shiver” que se pasó en la Televisión mozambiqueña y luego fue traducido y enseñado en la televisión china. Desde entonces ha participado en numerosas producciones para cadenas francesas, inglesas o norteamericanas. Aquí podemos ver el video.

A partir de estas colaboraciones ha creado Mozambique Film Solutions para prestar apoyo a los equipos de televisión o de cine que quieran grabar en Mozambique.

En este otro documental sobre el Océano Índico de la BBC también podemos ver a Carlos, a partir del minuto 37.

Carlos está orgulloso de todo lo que ha conseguido. En la actualiad, todos los miembros de su organización trabajan. Antes, me dice, el buceo era un mundo de blancos, ahora las cosas están cambiando y los miembros de Bitonga Drivers están siendo los protagonistas que lo están logrando.

Todas las fotos Bitonga Divers, salvo espicificado.

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