Cutrez

Durante las cada vez más cortas vacaciones de las que puedo disfrutar comprobé, con cierto estupor, que me habían subido la hipoteca. Tengo una casa de protección oficial que se financia con un tipo de crédito estipulado por el Ministerio de Fomento, más estable que los de los créditos libres, pero ni de lejos el más ventajoso, y se regulariza en función de una complicada fórmula una vez al año. Esta complicada fórmula hace que nunca me haya bajado del precio con el cual empecé a pagarlo, si bien en los últimos años se compensó la gran subida que sufrimos. La impresión siempre ha sido que cuando subía el mercado, subía mucho y, cuando bajaba, apenas se notaba.

Por temas de trabajo he tenido que leer entero el famoso Real Decreto del “tijeretazo” del 13 de julio y no podía dar crédito a lo que estaba leyendo: “...quedan suprimidas las ayudas de subsidiación de préstamos...”. O sea que nos ha quitado uno de los pocos términos de la ecuación que restaban.

Y yo me pregunto, ¿a quién se le ha ocurrido esta cutrez?, ¿habrán pensado que esos 30-50 euros no harían efecto en la famosa familia-tipo de 8.000 euros al mes —yo no llego ni a ¼—? ¿Por qué demonios los que menos tienen deben pagar los desmanes y los delirios de grandeza de una Administración, que ya me da igual lo que haya derrochado, incapaz de hacer frente a unos usureros capaces de hundir a un país? ¿Dónde narices está su patriotismo de fachada ahora?, ¿por qué no son capaces de luchar por su país?, ¿por qué no hay penas de cárcel para los que gestionen un Gobierno como si fueran iluminados? ¿Para cuándo un recorte de asesores de partido, que son los principales culpables de llevar a este país a la ruina, por incompetentes y desconocedores de la administración?— Jorge Bartolomé Zofío.