La lección de un humorista

Algunos dibujos de Mafalda (...) eran publicados en España por un diario en la página de Editoriales. Tal era la conexión con la actualidad que tenía su humor, que traspasaba las fronteras de la caricatura y la comicidad.

Ahora, cuando se renuevan los festejos por los 80 años recién cumplidos de Joaquín Salvador Lavado, uno de los más grandes humoristas de Argentina, el hecho relatado va más allá del mero recuerdo. En palabras de Quino, también muchas de las situaciones vividas hace tantos años por la inefable Mafalda y sus amigos podrían referirse perfectamente a lo que sucede actualmente en el país.

Es prerrogativa de los grandes artistas que su obra no sufra los rigores del tiempo y ese es, por supuesto, el caso de Quino: su emblemático personaje Mafalda y, sobre todo, el resto de sus dibujos durante años no solo nos han arrancado una sonrisa o una franca carcajada a los argentinos, sino que también nos han hecho reflexionar con profundidad sobre las virtudes y los errores que nos caracterizan como sociedad.

Él mismo lo reconoce cuando dice que quiso “hacer pensar más a la gente”, porque entendió como una tarea hacer que la gente se diera cuenta de lo que eran la sociedad y la política.

Quizá por eso sus libros (...) se reeditan continuamente entre nosotros. Ese es siempre el mejor homenaje que se le puede tributar a quien, haciéndonos reír de nosotros mismos, nos ha hecho comprender cómo somos de la manera más piadosa y reflexiva: con el humor y la poesía que han caracterizado a toda su obra.

Buenos Aires, 20 de agosto de 2012