¿Mireia o Belmonte?
Para gustos son las ceremonias olímpicas, incluida la de Londres. Humor británico hubo, pero también una reivindicación de la lucha de las mujeres por la igualdad, algo poco usual en los foros mundiales, incluidos los deportivos. Lástima que la comentarista de TVE dijera "sufraguistas" en lugar de sufragistas cuando llegó el homenaje a aquellas damas que iniciaron una larga lucha: la del voto -o sufragio- femenino, del que no disponen aún algunas ciudadanas del mundo. Pero, fallo aparte, sí explicó quiénes eran esos personajes cuando salieron en imagen, una pedagogía que no sobra aunque estos son, como titulaba Amaya Iríbar en este diario, los juegos de las mujeres. Lo son el 46% de los participantes y, en una delegación como la estadounidense, alcanzan la mayoría. Pero casi siempre se las llama chicas. O, incluso, solo por el nombre. Como a la flamante primera medallista española en Londres, Mireia Belmonte.
La igualdad planeó en una ceremonia llena de guiños en la que hasta la adusta reina de Inglaterra se prestó a la compañía de James Bond. El propio presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, destacó en su discurso que por primera vez todos los países tenían entre sus representantes al menos una mujer. Aunque hubiera que empujar a Arabia Saudí, la última de doblegarse, y hubiera, también, quien se empeñara en calzar a las atletas con tacones o con traje nacional, del que tampoco escaparon algunos caballeros. Profusión de hiyabs, también. Pero quizás anécdotas si se comparan con el gran salto adelante femenino en estos Juegos. Aunque algunas tengan que competir tapadas: peor sería no poder acudir.
Más detalles: tanto niños como niñas acompañaban a las delegaciones, profusión de abanderadas hasta en el caso de países poco igualitarios... Por cierto, España dio este paso años atrás: estrenó abanderada en los Juegos de Atenas, cuando el honor recayó en la judoca Isabel Fernández.
Ahora, queda por ver si se acomoda a estos juegos igualitarios el lenguaje de los medios de comunicación, empeñados en referirse a las atletas por su nombre de pila -véase Mireia Belmonte- mientras para los atletas prima el apellido. Y, de paso, se diluye el frecuente "chicas", que menudea mucho más que "chicos". La igualdad también está en los términos. Si son chicos, que lo sean todos. Si no, hombes y mujeres. Hoy es un buen día para estar atentos a ello, tras la plata de Belmonte.
Comentarios
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.