¿Sirven los premios para luchar contra la pobreza?
Foto: Noelia García y Séfora Vargas en la entrega de premios de aula abierta en Sevilla
Aquí sentada en Salón de Actos de la Facultad de Periodismo de la Universidad de Sevilla, esperando mi turno para recoger el segundo premio que conceden a este blog que coeditamos Gonzalo Fanjul y yo, me pregunto ¿para que sirven los premios? A priori no da la impresión de que gracias a los premios vayamos a acabar con el hambre en el Mundo. Tampoco gracias a un blog, ¿o si?
“Lo que no se comunica no existe”. Sobre esta máxima construimos este blog, con el único objetivo de hacer visibles informaciones que no suelen ocupar grandes espacios en los medios. Con este objetivo organizamos contenidos, editamos, invitamos a los autores, escribimos nosotros, intentando conseguir que las temáticas menos resultonas para los medios convencionales lleguen al mayor número de lectores posibles. Estamos empeñados en que la pobreza exista para la gente que no la sufre. Que nos ayuden a difundir nuestro trabajo, reconociendo la importancia de la información que manejamos, es básico.
Pero los premios como el de hoy sirven para mucho más. Hoy he conocido a Noelia Garcia, que además de redactora de El Economista es activista inconformista en general. Noelia lucha por casi todo, estos días toca hacer apología de los derechos del colectivo LGBT, que celebra su orgullo. Hoy también he conocido a Séfora Vargas, una mujer impresionante, creadora del APROIDEG, Asociación para el progreso Integral del Pueblo Gitano. Su trayectoria personal y profesional, gitana luchadora estudiante de derecho, trabajadora en el sector de la venta ambulante, vale su peso en oro. Gracias a estos premios las voces de Noelia y Séfora se van a unir a este blog, porque tienen mucho que decir.
Si gracias a este premio se consigue que la labor de Séfora sea conocida por más gente se puede decir que este premio ha ayudado a que se avance en el respeto de los derechos fundamentales de un pueblo que ha sido marginado y perseguido rompiendo las barreras informativas que rodean a los más vulnerables.
De modo que sí, los premios sirven para luchar contra pobreza. Uno de los asistentes me ha comentado, “Aunque sea una rebeldía muy doméstica, la rebeldía es importante”. Yo también lo creo, el cambio no puede venir sino de la suma de muchas pequeñas rebeldías.
Les dejo con un breve vídeo de Séfora Vargas. Que lo disfruten tanto como lo he hecho yo.
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