La firma rusa del traje olímpico dice: esa no es nuestra propuesta
BoscoSport, tras la polémica, asegura que presentará el modelo definitivo a finales de mes: "Será bonito, auténtico y redondo, y, sobre todo, muy español
"Feo”. “Atentado estético”. “Tomadura de pelo”. Fueron algunas de las reacciones que suscitó la imagen del uniforme olímpico español para los Juegos de Londres difundidas la semana pasada a través de medios y webs. Una polémica que no tiene razón de ser, según la empresa rusa que diseña y fabrica el equipamiento, ya que la foto que se ha difundido no se acerca ni remotamente al producto definitivo que propone y que se dará a conocer a finales de este mes.
“En BoscoSport llevamos diez años involucrados en los Juegos Olímpicos. Y durante todo ese tiempo, nuestro objetivo ha sido capturar el espíritu de España, Rusia y Ucrania, los países con los que colaboramos. Por eso somos los pioneros en el uso de ornamentos en los equipamientos olímpicos, es decir, de motivos con un significado simbólico y único para cada país. El de Rusia es una pluma de fénix; el de Ucrania, una espiga de trigo. Hemos estudiado el folclore español al detalle y cuando presentemos a finales de mes los uniformes para los equipos olímpico y paralímpico español, estamos seguros de que tanto los atletas como los ciudadanos estarán de acuerdo en que se trata de un diseño bonito, auténtico y redondo, y, sobre todo, muy español”, explica vía correo electrónico el director de Bosco, Mikhail Kusnirovich.
Pero entonces, si la fotografía que el Comité Olímpico Español (COE) dio por buena la semana pasada no es la del uniforme que lucirán los atletas en Londres ¿A qué equipamiento corresponde? Se trata de una imagen de noviembre de 2011 con la que el COE quiso ilustrar la noticia de que su comité ejecutivo había aprobado, a partir de “propuestas sobre boceto”, las calidades y equipamientos que BoscoSport presentó para los Juegos de 2012, tal y como asegura Chema Bellón, jefe de prensa de la entidad deportiva.
“Era un punto de partida. Ellos son los que se encargan del diseño así que igual han introducido alguna modificación”, comenta Bellón sobre las declaraciones de Kusnirovich.
Desde la Asociación de Creadores de Moda de España (ACME) se alegran de que los deportistas españoles no vistan finalmente semejantes atuendos, pero insisten en que la calidad estética de las prendas es el menor de los problemas. “Lo más grave no es que los uniformes sean feos, lo más grave es que en un momento en que la imagen internacional de nuestro país no pasa su mejor momento, confiar este proyecto a una empresa rusa lanza un mensaje demoledor: que en España no hay gente creativa ni competitiva. Además fabricar fuera es un insulto a la industria y a los cinco millones de parados que tenemos. Dicen desde el COE que con esta colaboración ha ahorrado al estado 1,5 millones de euros [Bosco produce la ropa gratis], pero no hay dinero para pagar el daño que han hecho a la marca España”, se queja Modesto Lomba, presidente de ACME.
Además de suministrar el equipamiento gratis, Bosco ha desembolsado 250.000 euros como patrocinador del equipo olímpico español, según ha confirma el presidente del COE Alejandro Blanco. El director de la marca rusa –que obtuvo unos beneficios de 600 millones de euros en 2011- espera que este patrocinio sea solo el principio de su colaboración con el deporte español. “Los Juegos Olímpicos no son solo una oportunidad para conseguir grandes logros deportivos, sino también para mostrar la creatividad, la diversidad y cultura de un país. Es una gran responsabilidad que nos tomamos muy seriamente desde el punto de vista creativo y lo demostraremos con un diseño vanguardista y único”, asegura.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.